CLUB SOCIAL SAN JUSTO
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miércoles, 10 de agosto de 2016

Historia perdidas en los diarios desde 1935

Nota publicada en el Diario francés Paris-soir del sábado 19 de marzo de 2016 y expresa textual:
DOÑA BERTA: LA ENTREVISTA PERDIDA


Parece mentira que esta entrevista, aparecida el 22 de julio 1935 adentro de  una edición  (página 5) del  diario francés Paris-soir, por entonces uno de los de mayor tirada de Europa, siga prácticamente desconocida 80 años después de su publicación.
Era julio 1935. No había pasado un mes desde Medellín,  y dos periodistas de París-soir, concientes de que la historia de Gardel tenía un ángulo francés, pudieron hablar con Doña Berta en Toulouse muy poco antes de su viaje final a la Argentina.  Armando Defino acababa de llegar  para acompañarla, y estuvo al tanto. Pero claro, en un momento tan complicado para todos, la entrevista rápidamente pasó al olvido. Casi para siempre..... Hoy es un verdadero placer para  Mundo Gardeliano rescatarla.
ESCUCHANDO A LA MADRE DE CARLOS GARDEL EVOCAR EL RECUERDO DE SU HIJO
Por Maurice Leroy (para Paris-soir)
Porque Carlos Gardel, cuyo verdadero nombre es Charles Garde, es francés y nació en la gran ciudad donde vieron la luz tantos tenores famosos.
Es en Toulouse, lejos del centro de la ciudad, a orillas del Canal du Midi, en una pequeña casa estilo español con paredes enlucidas de color ocre y ventanas verdes color primavera, que una vieja madre llora a su hijo arrancado de la admiración de multitudes por un brutal accidente de avión.
Es ahí donde la señora Garde supo, al despegar temerosamente un telegrama llegado de America, que Carlos Gardel estaba muerto.  El famoso tenor argentino, que llenó tantos corazones con su música pasional y melancólica,  que puso en tantos labios canciones llenas de tristeza o pasión, había nacido en esta ciudad que vio el nacimiento de tantos gran cantantes, y yo no podía irme sin antes golpear la puerta de la casa sobre el Canal, en la ciudad de las violetas.
Madame Garde me invita a pasar.  Su voz es suave, sus ojos todavía enrojecidos.
“Usted viene a hablarme de mi hijo. Usted es bienvenido.”
En una sala de muebles simples, un gran retrato atrae la mirada.
“Sí, es el….Es su foto más reciente, sacada poco antes de la catástrofe. Mi pobre hijo habrá tenido el presentimiento de que algo le iba a pasar….El siempre detestó el avión….Pero cuando lo reclamaban de distintas partes a la vez… el no podía negarse a viajar de esa manera… ¿no?
Por un momento, Madame Garde se mantiene en silencio.
“El me vino a ver en setiembre de 1934….el estaba contento de haber sido contratado en Nueva York,  de volver al cine… Miré!  Este es un recorte de un gran periódico americano. Una encuesta entre los lectores clasificaba a Carlos Gardel entre los diez mejores artistas del mundo.”
¿Había vuelto a Paris?
Sí. Varias veces. Su último film fue “Melodía de Arrabal”. Tenía un buen papel.  Bello como era, jamás hubiera querido interpretar un personaje malvado. El hacía de apache*, pero devolvía el dinero que sus cómplices habían robado…..”
Yo seré cantor
¿Cómo empieza tan bella carrera?
Carlos siempre cantó. Tenía 26 meses cuando nosotros dejamos Francia por el Brasil.  Nosotros éramos pobres, la vida era dura. Como tantos otros me fui a un país nuevo. En el barco,  a Charles le agarró la tos convulsa.  Como tuve que trabajar para criarlo!  Y cuando fue más grande, me hizo hacer mala sangre….
Por entonces vivíamos en un barrio pobre de Buenos Aires. El nunca paraba de cantar.  Siempre estaba en las tabernas con los gauchos y los chicos malos. Yo tenía miedo. Cuando le decía “Mi pequeño Charles, es necesario que aprendas un oficio.”  El me abrazaba y me contestaba…”Seré cantor.”
Madame Garde habla en una voz pareja, triste.
“A los veinte años, Charles ya era popular en Argentina. Un día, yo le dije que había nacido en Francia. El no conocía su nacionalidad.   “Es absolutamente necesario que yo conozca este país….” me dijo.
Aquí, fue inmediatamente famoso. ¿Ustedes se acuerdan de “Ramona”, “El carretero”?  Que contenta que estaba! Este país del que tuve que huir porque sufría demasiado de repente le daba fama a mi Charles. Luego, el volvió a partir hacia Estados Unidos para hacer  cine.   Lea esta carta….”
Madame Garde me muestra un folleto que ella acaba de elegir de un cofre de madera negra. Leo una frase.
HICE LLORAR A TODA NUEVA YORK
En la casa que Carlos compró a su madre 
¿Y que va a hacer ahora?
Un amigo de mi hijo, Armando Defino, notario en Buenos Aires, ha venido a buscarme. El me dijo “Carlos ha comprado una casa para usted por si algún dia le pasara algo….Usted viene conmigo.”
¿Que otra cosa puedo hacer?   Cuando yo escuche esta tremenda  noticia, pensé que mi buen hermano había sufrido una descompostura.  Yo lo agarré en mis brazos, y se muere ahí, de golpe, mientras yo le preguntaba si sufría.   ¿No es demasiado?   Ahora con mi hermana mayor, voy a dejar Francia.    Esta va a ser la decimocuarta vez que cruzo el mar.  Cuando yo estaba con Charles, antes, nosotros siempre tomábamos “La Massilia”  y siempre en la misma cabina. Esta vez, yo ni pude tener ese consuelo. La cabina estaba tomada.  Entonces, el 23 de julio, en Marsella vamos a embarcar en el “Campana”  Yo le diré adiós a la Francia que amé mucho a pesar de todo, pero como puedo vivir aquí cuando fue aquí que yo me enteré que Charles había dejado de existir.”    
Traducción: Vincent Thomas - César Fratantoni