Nota publicada en el
Diario francés Paris-soir del sábado 19 de marzo de 2016 y expresa textual:
DOÑA BERTA: LA ENTREVISTA PERDIDA
Parece mentira que esta
entrevista, aparecida el 22 de julio 1935 adentro de una
edición (página 5) del diario francés Paris-soir,
por entonces uno de los de mayor tirada de Europa, siga prácticamente
desconocida 80 años después de su publicación.
Era julio 1935. No había pasado un mes
desde Medellín, y dos periodistas de París-soir, concientes de que la
historia de Gardel tenía un ángulo francés, pudieron hablar con Doña Berta
en Toulouse muy poco antes de su viaje final a la
Argentina. Armando Defino acababa de llegar para acompañarla,
y estuvo al tanto. Pero claro, en un momento tan complicado para todos, la
entrevista rápidamente pasó al olvido. Casi para siempre..... Hoy es
un verdadero placer para Mundo Gardeliano rescatarla.
ESCUCHANDO A LA MADRE DE CARLOS
GARDEL EVOCAR EL RECUERDO DE SU HIJO
Por
Maurice Leroy (para Paris-soir)
Porque Carlos Gardel, cuyo verdadero nombre es
Charles Garde, es francés y nació en la gran ciudad donde vieron la luz tantos
tenores famosos.
Es en Toulouse, lejos del centro de la ciudad, a
orillas del Canal du Midi, en una pequeña casa estilo español con paredes
enlucidas de color ocre y ventanas verdes color primavera, que una vieja
madre llora a su hijo arrancado de la admiración de multitudes por un brutal
accidente de avión.
Es ahí donde la señora Garde supo, al despegar
temerosamente un telegrama llegado de America, que Carlos Gardel estaba
muerto. El famoso tenor argentino, que llenó tantos corazones con su
música pasional y melancólica, que puso en tantos labios canciones llenas
de tristeza o pasión, había nacido en esta ciudad que vio el nacimiento de tantos
gran cantantes, y yo no podía irme sin antes golpear la puerta de la casa sobre
el Canal, en la ciudad de las violetas.
Madame Garde me invita a pasar. Su voz es
suave, sus ojos todavía enrojecidos.
“Usted viene a hablarme de mi hijo. Usted es
bienvenido.”
En una sala de muebles simples, un gran retrato
atrae la mirada.
“Sí, es el….Es su foto más reciente, sacada poco
antes de la catástrofe. Mi pobre hijo habrá tenido el presentimiento de que
algo le iba a pasar….El siempre detestó el avión….Pero cuando lo reclamaban
de distintas partes a la vez… el no podía negarse a viajar de esa manera… ¿no?
Por un momento, Madame Garde se mantiene en
silencio.
“El me vino a ver en setiembre de 1934….el estaba
contento de haber sido contratado en Nueva York, de volver al cine…
Miré! Este es un recorte de un gran periódico americano. Una encuesta
entre los lectores clasificaba a Carlos Gardel entre los diez mejores artistas
del mundo.”
¿Había vuelto a Paris?
Sí. Varias veces. Su último film fue “Melodía de
Arrabal”. Tenía un buen papel. Bello como era, jamás hubiera querido
interpretar un personaje malvado. El hacía de apache*, pero devolvía el
dinero que sus cómplices habían robado…..”
Yo seré cantor
¿Cómo empieza tan bella carrera?
Carlos siempre cantó. Tenía 26 meses cuando
nosotros dejamos Francia por el Brasil. Nosotros éramos pobres, la vida
era dura. Como tantos otros me fui a un país nuevo. En el barco, a
Charles le agarró la tos convulsa. Como tuve que trabajar para
criarlo! Y cuando fue más grande, me hizo hacer mala sangre….
Por entonces vivíamos en un barrio pobre de Buenos
Aires. El nunca paraba de cantar. Siempre estaba en las tabernas con los
gauchos y los chicos malos. Yo tenía miedo. Cuando le decía “Mi pequeño
Charles, es necesario que aprendas un oficio.” El me abrazaba y me
contestaba…”Seré cantor.”
Madame Garde habla en una voz pareja, triste.
“A los veinte años, Charles ya era popular en
Argentina. Un día, yo le dije que había nacido en Francia. El no conocía su
nacionalidad. “Es absolutamente necesario que yo conozca este
país….” me dijo.
Aquí, fue inmediatamente famoso. ¿Ustedes se
acuerdan de “Ramona”, “El carretero”? Que contenta que estaba! Este país
del que tuve que huir porque sufría demasiado de repente le daba fama a mi
Charles. Luego, el volvió a partir hacia Estados Unidos para hacer
cine. Lea esta carta….”
Madame Garde me muestra un folleto que ella acaba
de elegir de un cofre de madera negra. Leo una frase.
HICE LLORAR A TODA NUEVA YORK
En la casa que Carlos compró a su madre
¿Y que va a hacer ahora?
Un amigo de mi hijo, Armando Defino, notario en
Buenos Aires, ha venido a buscarme. El me dijo “Carlos ha comprado una casa
para usted por si algún dia le pasara algo….Usted viene conmigo.”
¿Que otra cosa puedo hacer? Cuando yo
escuche esta tremenda noticia, pensé que mi buen hermano había sufrido
una descompostura. Yo lo agarré en mis brazos, y se muere ahí, de golpe,
mientras yo le preguntaba si sufría. ¿No es demasiado?
Ahora con mi hermana mayor, voy a dejar Francia. Esta va a
ser la decimocuarta vez que cruzo el mar. Cuando yo estaba con Charles,
antes, nosotros siempre tomábamos “La Massilia” y siempre en la misma
cabina. Esta vez, yo ni pude tener ese consuelo. La cabina estaba tomada.
Entonces, el 23 de julio, en Marsella vamos a embarcar en el “Campana” Yo
le diré adiós a la Francia que amé mucho a pesar de todo, pero como puedo vivir
aquí cuando fue aquí que yo me enteré que Charles había dejado de existir.”
Traducción: Vincent Thomas - César
Fratantoni