CLUB SOCIAL SAN JUSTO
Fundado: 21 de Diciembre de 1919

Dirección: Av. Arturo Illia 2632 - San Justo - La Matanza - Buenos Aires.
Correo Electronico: clubsocialsanjusto@gmail.com
Actividad: SOCIAL - CULTURAL - DEPORTIVA - FOMENTO - PRO BIBLIOTECA

"Al Servicio de la Comunidad de San Justo y La Matanza"

martes, 28 de febrero de 2012

Almafuerte

Bibliografía: Pedro Bonifacio Palacios nació en San Justo, provincia de Buenos Aires, Argentina, el 13 de mayo de 1854 y falleció a los 62 años, el 28 de febrero de 1917. Almafuerte es el pseudónimo que mayor popularidad alcanzó, se consideraba a sí mismo "el cantor de la chusma", aunque no fue el único que utilizó a lo largo de su vida, sobre todo, en la actividad periodística. Fue criado por parientes, ya que sufrió la muerte de su madre cuando él era aún pequeño y el abandono de su padre. La primera meta que se impuso fue la de destacarse en la pintura, pero no tuvo el éxito que esperaba; la beca oficial que solicitó para viajar a Europa le fue negada. Por lo tanto, siguiendo su vocación y sin título oficial (habilitante), fue maestro rural tenía sólo 16 años cuando comenzó a dirigir una pequeña escuela en Chacabuco en donde, en 1884, tuvo la posibilidad de conocer a Domingo Faustino Sarmiento. Tiempo después, Almafuerte dejó esta ciudad para mudarse a La Plata: allí lo esperaba el diario "Buenos Aires" y, más tarde, la dirección del diario "El Pueblo". Su actividad periodística no fue demasiado extensa: sin embargo, desde ese lugar dio una intensa batalla y alentó a los jóvenes de la época, que más tarde participarían del movimiento revolucionario de los ´90. Durante dos años, desde 1894 hasta 1896 retomó sus actividades en la escuela de la localidad de Trenque Lauquen pero, por temas políticos, fue dejado cesante. Almafuerte tuvo cinco hijos adoptivos, lo que marca un gran contraste entre la enorme generosidad que tenía para los demás y la pobreza en la que se vio sumergido casi toda su vida. Publicó sólo dos libros en toda su vida; más que suficiente para que su obra sea juzgada por personalidades de la talla de Jorge Luis Borges o Rubén Darío, entre otros.

Cantar de cantares
Níveo cáliz de magnolia
decorando los retoños de la rama
como ánfora de sueños es tu frente.
Sí, tu frente
hija mía, madre mía, novia mía,
es el gótico remate de la rama,
su divino corolario:
es el grave, pausadísimo insensario,
cuya mirra de sapiencia por mi templo se derrama.

Radiaciones de las mieses,-
rubias ondas encrespadas y brillantes
y crujientes de los trigos, -tus cabellos,-
¡tus cabellos,
cuando sueltas las cascadas de tus rizos!
Son las hebras rubicundas y brillantes
de la testa de las diosas,
de las diosas imperiosas y graciosas
bajo el casco de sus crines enrizadas y flotantes.

Como sello de turquesas,-
de turquesas bien profundas, bien extrañas,
bien azules, como el aire,- son tus ojos;
grandes ojos
vagamente sorprendidos al mirarme:
son dos piedras bien azules, bien extrañas
que incrustaron los querubes,-
los que ciñen a los astros con las nubes,-
bajo el arco y en el fleco de tus cejas y pestañas.

Cicatrices de caricias,-
cicatrices de dos besos fraternales
de las almas de dos lirios,- tu oyuelos:
tus oyuelos
inestables, intangibles, indelebles:
son las huellas de dos besos fraternales
que te dieron al venirte,
que te dieron, al salir a despedirte,
los dos ángeles mas puros de los coros celestiales.

Florecitas de durazno
que la veste de las auras amontona
bajo el cielo de la tarde, tus mejillas;
tus mejillas
de sedosos, inefables terciopelos:
son las flores que un arcángel amontona,
bajo el cielo de tus ojos,
por los balles de sonrisas y sonrojos
que divide tu severa naricita de matrona.

Como pétalos de rosa,
como pétalos de rosa purpurada, -
purpurada como sangre,- son tus labios;
esos labios
que predican candorosos evangelios:
son dos pétalos de rosa purpurada
que calleron en la nieve;
son el borde que resuena, que se mueve,
de aquel vaso de Sajonia, de tu barba nacarada.

Blanco polvo sacarino
que decora rojos néctares de fresas,
tamarindos y granadas, son tus dientes;
bellos dientes
como hermanos amorosos que se juntan:
son azúcar en la crátera de fresas
de tu boca cuando ríes;
son diamantes de Golconda que deslíes
en el bálsamo bendito de tus besos, cuando besas.

Caracoles nacarados,
nacarados caracoles pequeñitos
de la playa de los mares, tus orejas;
tus orejas
yo no sé por qué rubor enrojecidas:
son dos rojos caracoles pequeñitos
que te llevan al augurio,
que le llevan a tu espíritu el murmurio
de las cosas venideras, de los tiempos infinitos.

Bella página de un libro,-
bella página de un libro de oraciones
con estampas bizantinas,- tus afectos;
tus afectos
transparentes y profundos como el éter:
son la página del libro de oraciones
donde rezan los nenitos,-
donde buscan los nenitos, ¡pobresitos!
las Madonas y los Cristos de radiantes corazones.

Como lámpara votiva
que llenase de fulgores el santuario
de algún pálido Ecce homo, tu gran alma;
superalma
de una dulce, femenina fortaleza:
en la lámpara votiva del santuario,
que fulgura gravemente,
que derrama gravemente, tiernamente,
sus bondades luminosas en la cruz de mi calvario.

Como el bíblico poeta,
como el rey de los proverbios seculares
que no pasan, que no mueren, yo te canto;
sí, te canto
hija mía, madre mía, novia mía:
con palabras que retumben seculares,
que no pasen, que no mueran,
que los hombres para siempre las profieran
como el cántico sublime del cantar de los cantares.
Almafuerte

lunes, 27 de febrero de 2012

Belgrano enarbola por primera vez el pabellon nacional

El 27 de febrero de 1812 Manuel Belgrano enarboló por primera vez la bandera nacional en las barrancas del río Paraná en la  ciudad de Rosario en la provincia de Santa Fé, la cual fue confeccionada por doña María Catalina Echevarría de Vidal. En una nota, Belgrano comunicó que "...siendo preciso enarbolar bandera, y no teniéndola, la mandé hacer blanca y celeste conforme a los colores de la escarapela nacional". El 23 de agosto de 1812, en la torre del templo de San Nicolás, por primera vez en Buenos Aires se hace tremolar la bandera de la patria. Le tocó al Congreso de Tucumán la gloria de sancionar el decreto, que no fue ley, de legalizar la enseña en uso. A los nueve días de declarada la Independencia, se sintió la necesidad de aprobar oficialmente la bandera, en cuya defensa ya habían muerto muchos cientos de argentinos. Nacida la nueva Nación a la vida independiente, por la solemne voluntad de los pueblos que la componían, esa medida no podía postergarse por más tiempo. El 18 de julio de 1816, en el acta de la sesión del día, el diputado por Buenos Aires, Juan José Paso pidió que se fijase y se jurase la bandera nacional. Dos días después, se trató la importante ponencia y se resolvió por decreto que la bandera sería azul celeste y blanca y se la adoptó como símbolo patrio. El 8 de junio de 1938, con aprobación del Congreso, el entonces Presidente de la Nación, Roberto M. Ortiz, promulgó la ley 12361. Esta dispone que el 20 de junio es el Día de la Bandera y lo declara feriado nacional, como homenaje a Manuel Belgrano (fallecido el 20 de junio de 1820). Está compuesta por tres franjas horizontales de igual tamaño, la superior y la inferior de color azul celeste, y la central blanca; en el centro, un sol amarillo oro. Las medidas de la Bandera Oficial son 1,40 m de largo por 0,90 m de alto.

domingo, 26 de febrero de 2012

Carlos Astrada

El 26 de febrero de 1894 nace en la ciudad de Córdoba el filósofo Carlos Astrada. Estudió filosofía en las Universidades de Colonia y Friburgo de Alemania. Fue discípulo de Heidegger. Es autor, entre otras obras, de "El mito gaucho", "Martín Fierro y el hombre argentino", "Ser, humanismo, existencialismo", "Hegel y el presente" y "El juego existencial". Falleció el 23 de diciembre de 1970.

sábado, 25 de febrero de 2012

Gral. Don José de San Martín

1778 - 23 de Febrero – 2012
234º Aniversario del Natalicio del Gral. José de San Martín

CRONOLOGIA 1778-1850
1778
El 25 de febrero nace José Francisco de San Martín en Yapeyú, el menor de cinco hermanos del matrimonio de Don Juan de San Martín y Gregoria Matorras.
1780
El cacique José Gabriel Condorcanqui, bajo el nombre de Túpac Amaru encabeza una rebelión en el Alto Perú contra los abusos del poder español.
1781
Don Juan de San Martín regresa con su familia a Buenos Aires.
1783
La familia San Martín se traslada a España.
1784
La familia San Martín llega a Cádiz. Al poco tiempo se radican en Málaga.
1789
José de San Martín se incorpora como cadete al Regimiento de Infantería de Murcia, en España.
El 14 de julio estalla la Revolución Francesa que pondrá fin a siglos de absolutismo monárquico en Francia. Se pone fin a los privilegios de la nobleza y el clero que no pagaban impuestos y ocupaban los principales cargos en el gobierno. La Revolución se transforma en un ejemplo a imitar para los partidarios de la libertad y la justicia.
1791
Participa por primera vez en un combate, en Orán Norte de África.
 Rebelión de los esclavos de Haití.
1793
Tras un intento de fuga, el rey Luis XVI es ejecutado en la guillotina.
1796
Muere su padre en Málaga. Caen los jacobinos y su líder, Robespierre, es ejecutado en la guillotina. La Revolución Francesa se torna más moderada. Comienzan las campañas y el ascenso de Napoleón Bonaparte. Alianza entre el reino de España y la República Francesa contra Gran Bretaña.
1797
Nace en Buenos Aires Remedios de Escalada, futura esposa de San Martín.
 John Adams es electo como el segundo presidente de los EEUU.
1804
Napoleón es coronado Emperador.
 San Martín se destaca por su valentía y coraje en Cádiz.
1806
Primera invasión inglesa al Río de la Plata al mando de William Carr Beresford.
 San Martín participa en numerosos combates en Portugal y Andalucía
1807
Segunda invasión inglesa al mando de John Whitelocke. Tras la derrota de los ingleses es destituido el virrey Sobremonte y reemplazado por Santiago de Liniers, el primero y único virrey elegido por el pueblo por su notable actuación en la defensa de Buenos Aires. Napoleón invade Portugal y la corte portuguesa se traslada a Brasil.
1808
Napoleón invade España y obliga a abdicar al rey Carlos IV y a su hijo Fernando VII a favor de su hermano, José Bonaparte. El pueblo español se organiza para resistir la invasión francesa. San Martín participa activamente de la lucha. Se incorpora al Regimiento de Caballería de Borbón y es nombrado Teniente Coronel.
1809
En Buenos Aires un grupo de españoles encabezados por Martín Álzaga intenta derrocar a Liniers acusándolo, por su origen francés, de ser un agente de Napoleón. Liniers derrota la sublevación pero pocos meses después es reemplazado por un nuevo virrey, Baltasar Hidalgo de Cisneros.
 En el Alto Perú el pueblo se rebela contra el poder español en las ciudades de Chuquisaca y La Paz.
1810
San Martín se entera de que en su patria se ha producido la Revolución de Mayo y que hay un nuevo gobierno que se propone cambios profundos y decide volver a su patria.
 En diciembre, tras la renuncia de Moreno, se forma la Junta Grande, que incorpora diputados del interior.
1811
Vicente López y Planes y Blas Parera crean el Himno Nacional Argentino.
 Muere en alta mar Mariano Moreno.
San Martín solicita y obtiene el retiro del ejército español. Parte hacia Londres y desde allí se embarca hacia Buenos Aires. Cae la Junta Grande y se constituye el Primer Triunvirato integrado por Juan José Paso, Feliciano Chiclana y Manuel de Sarratea. Su secretario es Bernardino Rivadavia.
1812
San Martín llega a Buenos Aires junto a otros 17 militares americanos que habían militado en el ejército español. El 16 de marzo el Triunvirato le concede el grado de Teniente Coronel de Caballería. Crea el Regimiento de Granaderos a Caballo.
Funda junto a Carlos María de Alvear la Logia Lautaro, una organización secreta que se proponía luchar por la libertad de América. Contrae matrimonio con Remedios de Escalada. Participa en el derrocamiento del Primer Triunvirato por considerarlo impopular y centralista. Esto lo enfrentará de por vida con Rivadavia.
1813
El 3 de febrero se produce la victoria de San Lorenzo, bautismo de fuego de los granaderos.
 El 3 de diciembre se lo nombra Jefe del Ejército del Norte en reemplazo del General Belgrano derrotado en Vilcapugio y Ayohuma.
Se reúne en Buenos Aires la Asamblea General Constituyente para dictar una constitución y declarar la Independencia. Estos objetivos no se logran pero la Asamblea logra aprobar los símbolos patrios, abolir los títulos de nobleza, el trabajo forzado de los indios, la destrucción de los instrumentos de tortura y la libertad de los esclavos nacidos a partir de ese año.
El 28 de marzo fallece en España su madre, Gregoria Matorras.
1814
Tras la derrota de Napoleón, Fernando VII vuelve al trono español y se propone recuperar las colonias americanas.
San martín se reúne con Belgrano en la Posta de Yatasto (Salta) y se hace cargo del Ejército del Norte. Concentra las tropas en Tucumán y encarga la defensa de la frontera Norte a Martín Miguel de Güemes a quien nombra Teniente Coronel. En mayo se deteriora su salud y se retira a Córdoba en compañía de su amigo Tomás Guido a recuperarse y preparar su plan continental: liberar a Chile y de allí embarcarse hacia el Perú y terminar con el poder realista en Lima (Perú).
En Buenos Aires, la Asamblea, dirigida por Alvear crea un poder ejecutivo unipersonal: el Directorio y es designado como primer director Gervasio Posadas, tío de Alvear, que nombra a San Martín como gobernador de Cuyo.
1815
Alvear, nombrado Director Supremo, ofrece a Inglaterra el protectorado sobre la Provincias Unidas del Río de la Plata. Todo el país se opone y se sublevan los ejércitos contra el Director que debe renunciar. San Martín rompe con Alvear y la Logia se divide entre los partidarios de uno y otro.
Napoleón es derrotado definitivamente en la batalla de Waterloo.
1816
San Martín gobierna Cuyo fomentando la educación, la industria y la agricultura. Crea un sistema impositivo equitativo para que pagaran más los que más tenían.
El 24 de marzo se reúne el Congreso en Tucumán. San Martín, preocupado por la demora en sancionar la independencia dirige una carta al diputado por Cuyo, Godoy Cruz. El 9 de julio, finalmente, el Congreso declara la Independencia.
San Martín se entrevista en Córdoba con Juan Martín de Pueyrredón, nuevo Director Supremo, para solicitarle su apoyo para su plan continental. Es nombrado General en Jefe del Ejército de los Andes.
El 24 de agosto nace en Mendoza Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada. El Ejército de los Andes se instala en el campamento militar del Plumerillo.
1817
El 18 de enero el Ejército de los Andes inicia el cruce de la cordillera.
El 12 de febrero San Martín y su ejército, ya en Chile, derrotan a los realistas en Chacabuco. Dos días después San Martín entra en Santiago.
El 18 de marzo parte hacia Buenos Aires en busca de ayuda para proseguir su campaña.
1818
El 12 de febrero se proclama en Santiago la Independencia de Chile. La derrota sufrida en Cancha Rayada es superada ampliamente por el triunfo de Maipú el 5 de abril que consolida la independencia chilena.
1819
San Martín desobedece la orden del Directorio de abandonar su campaña libertadora para reprimir a los federales del Litoral.
1820
El 1º de febrero las tropas federales de Estanislao López y Francisco Ramírez derrotan en Cepeda a las fuerzas del Directorio. Desaparece la autoridad nacional y cada provincia se maneja por su cuenta.
San Martín renuncia a su cargo de jefe del Ejército de los Andes, pero es confirmado por sus propios compañeros con la firma del Acta de Rancagua. Es designado general en jefe de la Expedición al Perú.
El 20 de agosto zarpa la flota libertadora hacia Lima. El 12 de septiembre San Martín desembarca en el puerto peruano de Pisco.
1821
El 12 de julio entra con sus tropas en Lima y proclama la Independencia del Perú, y es designado Protector del Perú.


El 28 de agosto suprime la esclavitud y la mita y crea la Biblioteca del Perú.
En Buenos Aires gobierna Martín Rodríguez con Rivadavia como Ministro de Gobierno.
1822
Bolívar incorpora Ecuador a la Gran Colombia.


El 26 y 27 de julio se entrevistan los dos libertadores en Guayaquil. San Martín deja a Bolívar la conducción de la guerra y vuelve a Lima. Renuncia a todos los cargos y se dirige a Chile. Los EE.UU. reconocen la independencia argentina.
1823
Deja Chile y se traslada a Mendoza instalándose en su chacra de Los Barriales. El gobierno porteño, a través de Rivadavia, le niega el permiso para trasladarse a Buenos Aires y encontrarse con su familia.


El 3 de agosto muere su esposa, Remedios de Escalada, a los 25 años.


El 4 de diciembre San Martín llega a Buenos Aires.
1824
El 10 de febrero se embarca rumbo a Europa junto a su hija Mercedes.


El 23 de abril llega a Francia donde le niegan la visa. Deberá seguir viaje rumbo a Inglaterra.
 El 9 de diciembre el General Sucre gana la última y definitiva batalla por la independencia americana: Ayacucho.
En Buenos Aires se reúne un nuevo Congreso Nacional bajo la influencia de Rivadavia.
1825
Escribe las máximas para su hija que por entonces estudiaba en Londres.
1826
El Congreso reunido en Buenos Aires nombró a Rivadavia presidente de las Provincias Unidas y dicta una Constitución Unitaria, Aristocrática y Centralista que desata la oposición de todo el interior.
1827
Fracasa la experiencia unitaria de Rivadavia y es designado el federal Manuel Dorrego como gobernador de Buenos Aires.
1828
El general Lavalle da un golpe de estado contra Dorrego y lo fusila a mediados de diciembre.
1829
El 6 de febrero llega San Martín a Buenos Aires y al enterarse del fusilamiento de Dorrego decide no desembarcar y se instala por tres meses en Montevideo.


El 8 de diciembre Rosas es designado gobernador de Buenos Aires.
1830
San Martín y su hija se instalan en Francia. El 17 de diciembre muere en Santa Marta (Colombia) el libertador Simón Bolívar. En casi toda Europa estallan revoluciones liberales contra el absolutismo monárquico.
1832
El 13 de diciembre su hija Mercedes se casa con el médico de la familia, Mariano Balcarce.
1838
Francia bloquea el puerto de Buenos Aires. El 5 de agosto, en una carta, San Martín le ofrece a Rosas sus servicios militares. Rosas le agradece el gesto y le pide que haga gestiones diplomáticas.
1839
Rosas nombra a San Martín ministro plenipotenciario de la Confederación Argentina ante la República del Perú.
1843
Juan Bautista Alberdi visita en Francia San Martín e intercambian ideas sobre la realidad argentina.
1845
Bloqueo anglo-francés al puerto de Buenos Aires. San Martín lo condena y vuelve a ofrecer sus servicios.
1846
San Martín le escribe a Rosas felicitándolo por el coraje demostrado por sus tropas en el combate de la Vuelta de Obligado contra las tropas anglo-francesas.
1848
Estalla en Francia el intento revolucionario de la Comuna de París contra la miseria y las malas condiciones de vida de los obreros. San Martín se traslada a Boulogne-Sur-Mer.
1850
El 17 de agosto muere en su casa a las 15 horas. En su testamento establece la donación de su sable a Juan Manuel de Rosas.
1880
El presidente Nicolás Avellaneda logra el traslado de sus restos a la Catedral de Buenos Aires.
Autor: Felipe Pigna




viernes, 24 de febrero de 2012

Tarjeta SUBE

INFORMAMOS A LOS VECINOS 
DE SAN JUSTO Y LA MATANZA.

Atento al pedido de un espacio fisico por parte del Municipio de La Matanza para la entrega de Tarjetas Sube, el Club Social San Justo ubicado en la Avenida Arturo Illia 2632, ha cedido un pequeño sector del frente de las instalaciones del club para los días Sabado 25 y Lunes 27 de Febrero de 2012 en el horario de 9:00 a 14:00 horas; en el cual se entregara la Tarjeta Sube a los vecinos en forma gratuita.

Partido Laborista

El 24 de febrero de 1946 la fórmula Perón-Quijano gana las elecciones a Presidente y Vice convocadas por el gobierno militar del año 1946, por el 56% de los votos.

Luego de la gesta del 17 de octubre de 1945, donde el entonces depuesto Vicepresidente y Ministro de guerra del Gobierno Militar, el Coronel Perón, fue liberado de su cautiverio en la Isla Martín García, fue convocado por los propios gobernantes para calmar a la multitud que se había convocado en la "Plaza de Mayo", frente a la casa de Gobierno, para reclamar su liberación. Así, Perón pidió su retiro del Ejército y se lanzó a la vida política cuando tenía 50 años de edad. El gobierno militar, con el poder muy debilitado, tuvo que convocar a elecciones presidenciales para el 24 de febrero de 1946. Perón, tuvo solo cuatro meses para organizarse políticamente y terminó armando la fórmula Perón-Quijano la cual se asentaba sobre las bases brindadas por los Sindicatos, a la vez que representaba sectores independientes y desprendimientos progresistas de los partidos tradicionales, tales como grupos yrigoyenistas del radicalismo, la U.C.R. Junta Renovadora o FORJA (donde se encontraban reconocidas personalidades como Arturo Jauretche, Raúl Scalabrini Ortiz) conjuntamente con los conservadores de las provincias del interiórales como la Unión Cívica Radical, el Partido Conservador y el Partido Socialista. Es por esta razón que el candidato a vicepresidente, Hortensio Quijano, era un radical de la disidente Unión Cívica Radical. El adversario fue un frente político denominado "Unión Democrática", conformado por los sectores más conservadores de la sociedad, la U.C.R., los partidos Socialista y Demócrata Progresista y los conservadores de la Provincia de Buenos Aires, todos ellos en alianza con la izquierda internacionalista (Partido Comunista) y apoyados abiertamente por el embajador de los Estados Unidos de Norteamérica. Si bien las elecciones polarizaron al país, en su primera elección a presidente, Perón triunfó con el 56% de los votos sobre la fórmula Tamborini-Mosca.

jueves, 23 de febrero de 2012

Tratado del Pilar

El 23 de febrero de1820 con la intervención de Manuel de Sarratea, Francisco Ramírez y Estanislao López se firma, entre las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, el Tratado del Pilar, que dispone el cese de las hostilidades y convoca a un congreso constituyente para organizar las provincias de acuerdo con el sistema federal. Es uno de los "pactos preexistentes" a los que alude en su Preámbulo la Constitución Nacional de 1853.

TRATADO DEL PILAR

Artículo 1°

Protestan las partes contratantes, que el voto de la nación, y muy en particular, en las Provincias de su mando, respecto al sistema de gobierno que debe regirlas se ha pronunciado en favor de la federación que de hecho admiten. Pero que debiendo declararse por diputados los nombrados por la libre elección de los pueblos se someten a sus deliberaciones. A este fin, elegido que sea por cada provincia popularmente su respectivo representante, deberán los tres reunirse en el Convento de S. Lorenzo, de la provincia de Sta. Fe, a los sesenta días contados desde la ratificación de esta convención. Y como están persuadidos que todas las provincias de la nación aspiran a la regularización de un gobierno central, se comprometen cada una de por sí de dichas partes contratantes a invitarlas y suplicarlas concurran con sus respectivos diputados para que acuerden cuanto pudiera convenirles y convenga al bien general.

Artículo 2°

Allanados como han sido todos los obstáculos que entorpecían la amistad y buena armonía entre las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, y Sta. Fe en una guerra civil y sangrienta por la ambición y criminalidad de unos hombres que habían usurpado el mando de la nación o burlado las instrucciones de los pueblos que representan en congreso, cesarán las hostilidades desde hoy, retirándose las divisiones beligerantes de Sta. Fe, y Entre Ríos a sus respectivas provincias.

Artículo 3°

Los gobiernos de Sta. Fe, el de Entre Ríos por sí, y a nombre de sus provincias recuer­dan a la heroica provincia de Buenos Aires, cuna de la libertad de la nación, el estado difícil y peligroso a que se ven reducidos aquellos pueblos hermanos por la invasión con que los amenaza una potencia extranjera que con respetables fuerzas opone la provincia aliada de la Banda Oriental. Dejan a la reflexión de unos ciudadanos tan interesados en la indepenclencia y felicidad nacional el calcular los sacrificios que costará las de aquellas provincias atacadas, el resistir un ejército imponente careciendo de recursos, y aguardan de su generosidad y patriotismo auxilios proporcionados a lo arduo de la empresa ciertos de alcanzar cuanto queda en la esfera de lo posible.

Artículo 4°

En los ríos Uruguay y Paraná navegarán únicamente los buques de las provincias amigas cuyas costas sean bañadas por dichos ríos. El comercio continuara en los términos que hasta aquí, reservándose a la decisión de los diputados en congreso cua­lesquiera reformas que sobre el particular solicitasen las partes contratantes.

Artículo 5°

Podrán volver a sus respectivas provincias aquellos individuos que por diferencia de opiniones políticas, hayan pasado a la de Buenos Aires o de ésta a aquéllas, aún cuando hayan tomado armas y peleado en contra de sus compatriota, serán repuestos al goce de sus propiedades en el estado que se encontrasen y se echará un velo a todo lo perdido.

Artículo 6°

El deslinde del territorio entre las provincias se remitirá en caso de duda a la resolución del congreso general de diputados

Artículo 7°

La deposición de la antecedente administración ha sido la obra de la voluntad general por la repetición de crímenes con que comprometía la libertad de la nación con , otros excesos de una magnitud enorme, ella debe responder en juicio público ante el tribunal que al efecto se nombre. Esta medida es muy particularmente del interés de los jefes del ejército Federal, que quieren justificarse de los motivos poderosos que les impelieron declarar la guerra contra Buenos Aires en noviembre del año próximo pasado y conseguir con la libertad dé la provincia de Buenos Aires la garantía más segura de las demás unidas.

Artículo 8°

Será libre el comercio de armas y municiones de guerra de todas clases en las provincias federadas.

Artículo 9°

Los prisioneros de guerra de una y otra Parte serán puestos en libertad después de ratificada esta convención para que se restituyan a sus respectivos ejércitos o provincias.

Artículo 10°

Aunque las partes contratantes están convencidas de que todos los artículos arriba expresados son conformes con los sentimientos y deseos del Exmo. Sr. Capitán general de la Banda Oriental D. José Artigas según lo ha expuesto el Sr. Gobernador de Entre Ríos. Que dice hallarse con instrucciones privadas de dicho Señor Exmo. para este caso, no teniendo suficientes poderes en forma se ha acordado remitirle copia de esta acta para que siendo de su agrado entable desde luego la relaciones que puedan convenir a los intereses de la provincia de su mando, cuya incorporación a las demás federadas se miraría como un dichoso acontecimiento.

Artículo 11°

A las cuarenta y ocho horas de ratificado estos tratados por la junta de electores, da principio a su retirada el ejército Federal hasta pasar el Arroyo del medio pero atendiendo el estado de devastación a que ha quedado reducida la provincia de Buenos Aires por el continuo paso de diferentes, tropas, verificará dicha retirada por divisiones de 200 hombres para que as¡ sean mejor atendidas de víveres y cabalgaduras y para que los vecinos experimenten menos gravámenes. Queriendo que los Sres. Generales no encuentren inconvenientes crear en su tránsito para sí, o para tropas, el gobernador de Buenos nombrará un individuo que con este objeto les acompañe hasta la línea divisoria.

Artículo 12°

En el término de dos días o antes si fue posible, será ratificada esta Convención por la muy honorable Junta de representantes.

Fechado en la Capilla del Pilar a 23 de febrero de 1820

Manuel de Sarratea
Francisco Ramírez
Estanislao López.

La Junta de Representantes electo aprueba y ratifica el precedente tratado.

Buenos Aires a las 2 de la tarde del 24 Febrero de 1820.

Tomás Manuel Anchorena
Antonio José Escalada
Manuel Luis De Olide
Juan José Cristobal De Abchorena Vicente López
Victorio García De Zuñiga
Sebastián De Lezica
Manuel Obligado.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Día de la Antártida Argentina

El 22 de febrero de 1904 se inicia la ocupación permanente de la Antártida Argentina, con el izamiento del pabellón en Orcadas. La presencia Argentina en la Antártida tiene más de un siglo, récord que nos enorgullece, y han sido frecuentes los actos de gobierno y administrativos en relación con nuestras actividades y en defensa de los derechos argentinos. Entre las disposiciones legales de mayor importancia debemos citar el decreto del Presidente Julio Argentino Roca de 1904 por el que se establece el Observatorio Meteorológico Antártico Argentino, el decreto de 1951 que crea el Instituto Antártico Argentino, el Decreto-Ley 2191, que fija los límites del Sector Antártico, la ley 18.513 de 1969 que crea la Dirección Nacional del Antártico.

martes, 21 de febrero de 2012

Fundación de la AFA

Fue Alejandro Watson Hutton deportista y educador escocés nacionalizado argentino, considerado el padre del futbol argentino que el 21 de febrero de 1893  fundo y fue su primer presidente de la Argentine Association Football League, actualmente llamada Asociación del Futbol Argentino (AFA). Desde la fundación de la AFA, el 21 de febrero de 1893, nuestro fútbol mayor ganó los Campeonatos Mundiales de 1978 y 1986, obtuvo los subcampeonatos de 1930 y 1990, conquistó la medalla de oro olímpica en 2004  y 2008 y las de plata en 1928 y 1996 y logró 14 Sudamericanos. Lauros de por sí más que significativos, pero que distan, afortunadamente, de ser todos sus logros: consiguió además más de un centenar de copas internacionales.

lunes, 20 de febrero de 2012

Batalla de Salta

El 20 de febrero de 1813 en la Batalla de Salta las tropas patriotas, al mando del general Manuel Belgrano, vencen a las realistas, mandadas por Pío Tristán.

domingo, 19 de febrero de 2012

Jardín Botánico

El 19 de febrero de 1892 por iniciativa del arquitecto, naturalista, paisajista y urbanista francés nacionalizado argentino Carlos Thays, se funda el Jardín Botánico de Buenos Aires.

sábado, 18 de febrero de 2012

Dalmacio Vélez Sarfield

El 18 de febrero de 1800 nace en Amboy en la provincia de Córdoba, el jurisconsulto Dalmacio Vélez Sarfield, autor del Código Civil Argentino y coautor del Código de Comercio. Inspirado en el Código Napoleón y otras fuentes, suprimió instituciones coloniales como el mayorazgo. Falleció en Buenos Aires el 30 de noviembre de 1875.

viernes, 17 de febrero de 2012

Enrique Finochietto

El médico cirujano Enrique Finochietto nació en Buenos Aires el 13 de marzo de 1881. En el ingreso a la Sala IX del Hospital Rawson hay una placa de bronce con una leyenda breve y contundente: "Aquí operó y enseño Enrique Finochietto". La oración resume el respeto y admiración que para más de una generación de argentinos inspiró este cirujano, que en las décadas del ´30 y del ´40 constituyó el tipo esencial de la medicina en la Argentina. En el campo de la cirugía y la medicina clínica, y como lo bautizó su hermano y asistente Ricardo, Enrique Finochietto era "El Divino".  La labor de Finochietto no se redujo al quirófano, sin embargo. Preocupado por mejorar los métodos de la medicina, fue un gran inventor. Ideó y produjo instrumentos para realizar operaciones, que se propagaron a los quirófanos de todo el mundo y gracias a los cuales acrecentó su fama de cirujano genial. Así, de sus ideas nacieron el frontolux (un sistema iluminador utilizado por los cirujanos, a la manera de los obreros de las minas, para enfocar mejor las heridas), el "empuja-ligaduras", muy útil para detener las hemorragias; el porta-agujas, de distintas medidas y formatos; la pinza de dientecillos, para sujetar mejor los tejidos y agujas; la pinza de doble utilidad, con funciones como pasahilos y para hemostasias; el aspirador quirúrgico, para succionar la sangre durante las operaciones; la cánula para transfusiones; las "valvas Finochietto", para abrir la herida y permitir una mejor visión al cirujano; el banco para cirujanos, que permitía a éstos operar sentados; la mesa quirúrgica móvil, con un motor eléctrico y manejada con pedales, y el separador intercostal a cremallera para operaciones toráxicas, conocido con el nombre de su inventor en geografías tan lejanas como Rusia y Japón.  La trayectoria científica de Finochietto había comenzado en 1897, cuando ingresó en la Facultad de Medicina de Buenos Aires. Cuatro años después, ya era practicante en el Hospital de Clínicas y en 1904 se hace cargo del Servicio de piel y enfermedades venéreas del Hospital Rawson, donde es médico interno ad-honorem con guardia permanente. Entre 1906 y 1909, Finochietto viaja por Europa, donde visita las clínicas más avanzadas de Alemania, Suiza, Italia y Francia. Cuando regresa, en el Rawson, realiza endoscopías y ensaya las más modernas técnicas quirúrgicas, como la cirugía de tiroides. Entre 1912 y 1913, aprende dibujo técnico, para poder realizar exactamente los modelos de los aparatos que ideaba. Sus ilustraciones, a partir de allí, serán de altísima calidad y realismo, tanto las de las máquinas y aparatos, como las del cuerpo humano.  Luego, en 1914, presenta su tesis de profesorado de Medicina (Los métodos operatorios para la exclusión del píloro) y entre 1918 y 1919 vuelve a viajar a Europa, donde iniciará su etapa más gloriosa en la medicina. En efecto, Finochietto se hace cargo del Servicio de Cirugía del Hospital Argentino en París. Allí atiende a los soldados heridos durante la Primera Guerra Mundial y obtiene una invalorable experiencia en la cirugía y la atención clínica ante los casos más desesperantes y graves. Sus méritos son tantos que el ministro argentino en París, Marcelo Torcuato de Alvear, solicita en marzo de 1919 al Decano de la Facultad de Medicina de Buenos Aires que permita a Finochietto prolongar su estadía en Francia, a pesar que la guerra ya había terminado: "No ignora Ud. seguramente –dice Alvear- la brillante acción del doctor Finochietto desde su llegada, los eminentes servicios que sus méritos profesionales han prestado al Hospital Argentino y así no extrañará que por la Secretaría de Sanidad Militar se le ruega prolongar por algún tiempo su estadía en ésta, donde tan alto ha dejado el nombre del cuerpo médico argentino."  Tanto son sus logros en Francia, que, aún siendo un simple profesor suplente en Buenos Aires, es designado miembro de la Legión de Honor y condecorado con dos medallas de guerra por el gobierno galo. Finalmente, luego de una breve estadía en Norteamérica, Finochietto regresa al país, rodeado de gran fama (los diarios de la época saludarán su llegada con artículos y entrevistas de todo tenor y extensión). Sin embargo, no todas son rosas, ya que regresa enfermo: durante su estadía en Europa contrae una enfermedad incurable (¿sífilis?), que lo obligará según sus cánones y los de la época, a una soltería sin remedio. Tenía entonces 39 años. En 1922, siendo profesor suplente de Clínica Quirúrgica en el Hospital Rawson, viaja otra vez a Europa, dejando antes los planos para la construcción de lo que será su escuela de cirugía: el pabellón IX del Rawson. De regreso, realiza la tercera toracoplastia (operación en la que se realiza la apertura quirúrgica de la caja toráxica del paciente) efectuada en el país y la primera incisión paradojal, inventada por él y denominada así porque se trazaba en sentido inverso al establecido por la cirugía clásica. Para entonces, compone ya un equipo quirúrgico con sus hermanos Miguel Ángel y Ricardo, que poco a poco se convertirá en el más afamado de la Argentina. Tenía entonces tal renombre que era común la siguiente interpelación popular, para expresar exageración: "¡Pero quién te crees que sos! ¿Finochietto?". Pero la labor de Finochietto no se concentraba sólo en el mejoramiento de la técnica quirúrgica, sino que también hizo escuela afirmando normas éticas frente a la enfermedad y el dolor. Los preceptos que inculcará en sus discípulos, en esta materia, serán: "Sólo cumple con su deber quien va más allá de sus obligaciones. La operación grande no es más que la sucesión de los tiempos de las operaciones pequeñas. El dinero de los enfermos debe ser, primordialmente, para los enfermos." En 1924, Finochietto aplica la Pean Bi´l Roth, una técnica quirúrgica que había inventado y que consistía en un nuevo sistema para las operaciones de estómago, intestino y duodeno. En 1929, otra hazaña lo lleva a la tapa de los diarios, cuando realiza por primera vez en el país un taponamiento cardíaco: en su sala de cirugía recibe a un niño herido en el corazón por una bala y logra, taponando con pinzas y sus dedos, frenar la hemorragia y salvar la vida del paciente. Para estos tiempos, las anécdotas que representaban su altruismo en la sala de cirugía y sus esfuerzos por mejorar cada día, eran incontables y poco a poco lo convertían en un mito. Por ejemplo, se debe a esta atención el invento de la mesa de ortopedia: accidentado el Decano de la Facultad de Medicina, el doctor Iribarne, llegó al quirófano de Finochietto en situación desesperante. Las múltiples fracturas y heridas le dificultaron en extremo al cirujano ubicar al paciente en la mesa de operaciones y éste finalmente falleció. Al poco tiempo, llamó a su colega Mariano Castex y lo llevó al quirófano para mostrarle un nuevo invento: una mesa ortopédica que permitía ubicar al paciente en todas las posiciones posibles. "Esto lo hizo usted para Iribarne..."– le dijo Castex. "Es cierto –respondió-. No pude estar tranquilo hasta terminarlo." Agravada su enfermedad, Finochietto renunció a la Cátedra de Clínica Quirúrgica en 1933. Ese año el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires lo designó Profesor Honorario. Sin embargo, continuó con su tarea de cirujano en el Rawson, a dónde acudían pacientes de todo el país y el exterior. El 8 de marzo de 1940 realiza su última operación (le extrae un quiste hidatídico a un indio mapuche) en otra intervención magistral, y que sólo él parecía capaz de realizar. Poco después, la enfermedad lo postra en cama y ataca su cerebro. Toda su lucidez se desvanece y queda inmovilizado, casi paralítico. Finalmente, quien había sido Miembro Honorario de la Academia Nacional de Medicina, Presidente de la Sociedad de Cirugía de Buenos Aires, Miembro de la Sociedad de Medicina y Cirugía de Bolonia y de la de Montevideo, Asociado extranjero de la Sociedad de Cirugía y de la Academia de Cirugía de París, Miembro de Honor de la Asociación de Medicina de Río de Janeiro, uno de los más respetados médicos argentinos de todas las épocas y un verdadero mito de la cirugía nacional, falleció en Buenos Aires el 17 de febrero de 1948.


jueves, 16 de febrero de 2012

Barranca Yaco

Juan Facundo Quiroga nació en 1778, en la provincia de La Rioja. Su padre fue el estanciero José Prudencio Quiroga, a quién Facundo ayudó a conducir sus propiedades a partir de los 16 años. Tras un breve paso como voluntario por el Regimiento de granaderos a caballo, en Buenos Aires, regresó en 1816 a La Rioja, donde colaboró activamente con el ejército del norte que luchaba contra los realistas, proveyéndolo de ganado y tropas. En 1818 recibió de Pueyrredón el título de "benemérito de la Patria" y a fines de ese año intervino destacadamente para sofocar un motín de prisioneros españoles en San Luis. A partir de 1820, con el cargo de jefe de las milicias de Los llanos, se inició en La Rioja la preponderancia de Quiroga. Además asumió la gobernación de la provincia, aunque sólo fue por tres meses, pero en los hechos continuó siendo la suprema autoridad riojana. Quiroga brindó su apoyo entusiasta al Congreso de 1824 reunido en Buenos Aires, pero pronto se produjo su ruptura con los unitarios porteños. Junto a los otros gobernadores que resistían la política centralista de Rivadavia que culminó con la sanción de la Constitución unitaria, se levantó en armas contra el presidente, enarbolando su famoso lema de "Religión o Muerte". Su lucha contra los unitarios había comenzado, en realidad, en 1825, cuando Quiroga derrotó a La Madrid - usurpador del gobierno de Tucumán - en El Tala y Rincón de Valladares.
Caído Rivadavia, Quiroga apoyó la efímera gestión de Dorrego, cuyo fusilamiento volvió a encender la chispa de la guerra civil. Facundo se convirtió entonces en figura descollante del movimiento federal y, en el interior, enfrentó a las fuerzas unitarias del General Paz. El Tigre de Los Llanos, como lo llamaban amigos y adversarios, cayó derrotado en La Tablada y en Oncativo. En Buenos Aires, con la ayuda de Rosas, formó una nueva fuerza, llamada División de Los Andes, Al frente de ella ocupó San Luis y Mendoza, en Córdoba persiguió a La Madrid - el jefe de las fuerzas unitarias después de la captura de Paz - y, ya en tierra tucumana, lo derrotó completamente en La Ciudadela. En esos momentos su poder y su prestigio alcanzaban el punto más alto. Después de participar en la etapa preparatoria de la campana del desierto realizada por Rosas, permaneció con su familia en Buenos Aires durante un tiempo. Aquí Quiroga dedicó el resto de su vida a intentos (solo o con otros federales) de convocar un congreso constituyente para formar la estructura orgánica de una república federal. Rosas se opuso enérgicamente a tal designio, arguyendo que una organización formal de esa naturaleza era prematura e insensata hasta tanto las provincias no hubieran creado sus estructuras políticas individuales y una saludable vida institucional, citando el ejemplo de los Estados Unidos, que no admitía que un territorio tomase plena participación en la vida política nacional hasta haber formado su propio gobierno. En 1834, a pedido de Maza, gobernador de Buenos Aires, y del propio Rosas, medió en un conflicto entre Salta y Tucumán. En Santiago del Estero se enteró del asesinato de De La Torre, gobernador salteño. Cumplida su misión con éxito y regresando a Buenos Aires, desdeñó obstinadamente las advertencias sobre conspiración en Córdoba, y rechazando el ofrecimiento de protección que le hizo Ibarra, el gobernador santiagueño, fue sorprendido y asesinado por efectivos al mando de Santos Pérez en Barranca Yaco, el 16 de febrero de 1835.  La azorada opinión pública dividió las inculpaciones del crimen entre Rosas, López y los hermanos Reinafé, pero José Vicente Reinafé, gobernador de Córdoba, su hermano, Santos Pérez y otros fueron convictos de la conspiración y ejecutados (1836). La muerte de Quiroga dejó a Rosas como única autoridad subsistente.

República de México

El 16 de febrero de 1823 el Comandante Antonio López de Santa Anna proclama la República de México.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Domingo Faustino Sarmiento

El 15 de febrero de 1811, nació en el Carrascal uno de los barrios más pobres de la ciudad de San Juan, Domingo Faustino Sarmiento. Los primeros "maestros" de Domingo fueron su padre José Clemente Sarmiento y su tío José Eufrasio Quiroga Sarmiento, quienes le enseñaron a leer a los cuatro años. En 1816, ingresó a una de las llamadas "Escuelas de la Patria", fundadas por los gobiernos de la Revolución, donde tuvo como educadores a los hermanos Ignacio y José Rodríguez, éstos sí maestros profesionales. Cuando terminó la primaria, su madre, Doña Paula Albarracín, quiso que estudiara para sacerdote en Córdoba, pero Domingo se negó y tramitó una beca para estudiar en Buenos Aires. No la consiguió y tuvo que quedarse en San Juan donde fue testigo de las guerras civiles que asolaban la provincia. Marchó al exilio en San Francisco del Monte, San Luis, junto a su tío, José de Oro. Allí fundaron una escuela que será el primer contacto de Sarmiento con la educación. Poco después, regresó a San Juan y comenzó a trabajar en la tienda de su tía. "La Historia de Grecia la estudié de memoria, y la de Roma enseguida…; y esto mientras vendía yerba y azúcar, y ponía mala cara a los que me venían a sacar de aquel mundo que yo había descubierto para vivir en él. Por las mañanas, después de barrida la tienda, yo estaba leyendo, y una señora pasaba para la Iglesia y volvía de ella, y sus ojos tropezaban siempre, día a día, mes a mes, con este niño inmóvil insensible a toda perturbación, sus ojos fijos sobre un libro, por lo que, meneando la cabeza, decía en su casa: ‘¡Este mocito no debe ser bueno! ¡Si fueran buenos los libros no los leería con tanto ahínco!’" En 1827, se produjo un hecho que marcará su vida: la invasión a San Juan de los montoneros de Facundo Quiroga. Decidió oponerse a Quiroga incorporándose al ejército unitario del General Paz. Con el grado de teniente, participó en varias batallas. Pero Facundo parecía por entonces imparable: tomó San Juan y Sarmiento decidió, en 1831, exiliarse en Chile. Se empleó como maestro en una escuela de la localidad de Los Andes. Sus ideas innovadoras provocaron la preocupación del gobernador. Molesto, se mudó a Pocura y fundó su propia escuela. Allí se enamoró de una alumna con quien tendrá su primera hija, Ana Faustina. En 1836, pudo regresar a San Juan y fundar su primer periódico, El Zonda. Pero al gobierno sanjuanino no le cayeron nada bien las críticas de Sarmiento y decidió, como una forma de censurarlo, aplicarle al diario un impuesto exorbitante que nadie podía pagar y que provocó el cierre de la publicación en 1840. Volvió a Chile y comenzó a tener éxito como periodista y como consejero educativo de los sucesivos gobiernos. "¿Que es pues un periódico? Una mezquina hoja de papel, llena de retazos, obra sin capítulos, sin prólogo, atestada de bagatelas del momento. Se vende una casa. Se compra un criado. Se ha perdido un perro, y otras mil frioleras, que al día siguiente a nadie interesan. ¿Qué es un periódico? Examinadlo mejor. ¿Qué más contiene? Noticias de países desconocidos, lejanos, cuyos sucesos no pueden interesarnos. (...) Trozos de literatura, retazos de novelas. Decretos de gobierno. (...) Un periódico es el hombre. El ciudadano, la civilización, el cielo, la tierra, lo pasado, lo presente, los crímenes, las grandes acciones, la buena o la mala administración, las necesidades del individuo, la misión del gobierno, la historia contemporánea, la historia de todos los tiempos, el siglo presente, la humanidad en general, la medida de la civilización de un pueblo." D. F. Sarmiento, El Zonda Nº 4. En Chile, Sarmiento pudo iniciar una etapa más tranquila en su vida. Se casó con Benita, viuda de Don Castro y Calvo, adoptó a su hijo Dominguito y publicó su obra más importante: Facundo, Civilización y Barbarie. Eligió el periodismo como trinchera para luchar contra Rosas. Fundó dos nuevos periódicos: La Tribuna y La Crónica, desde los que atacó duramente a Don Juan Manuel. Entre 1845 y 1847, por encargo del gobierno chileno, visitó Uruguay, Brasil, Francia, España, Argelia, Italia, Alemania, Suiza, Inglaterra, EEUU, Canadá y Cuba. En cada uno de estos países, se interesó por el sistema educativo, el nivel de la enseñanza y las comunicaciones. Todas estas impresiones las volcó en su libro Viajes por Europa, África y América. A fines de 1845 conoció en Montevideo a Esteban Echeverría, uno de los fundadores de la generación del ’37 y como él, opositor a Rosas y exiliado. Estando en Francia, en 1846, tuvo un raro privilegio: conocer personalmente al general San Martín en su casa de Grand Bourg y mantener una larga entrevista con el libertador. De regreso a Chile, incrementó su actividad periodística contra Rosas, lo que motivó que el gobernador de Buenos Aires solicitara dos veces la extradición de Sarmiento para juzgarlo por calumnias, cosa a la que el gobierno chileno se negó. Sarmiento pensaba que el gran problema de la Argentina era el atraso que él sintetizaba con la frase "civilización y barbarie". Como muchos pensadores de su época, entendía que la civilización se identificaba con la ciudad, con lo urbano, lo que estaba en contacto con lo europeo, o sea lo que para ellos era el progreso. La barbarie, por el contrario, era el campo, lo rural, el atraso, el indio y el gaucho. Este dilema, según él, solo podía resolverse con el triunfo de la "civilización" sobre la "barbarie". Decía: "Quisiéramos apartar de toda cuestión social americana a los salvajes por quienes sentimos sin poderlo remediar, una invencible repugnancia". En una carta le aconsejaba a Mitre: "no trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos esos salvajes". Lamentablemente el progreso no llegó para todos y muchos "salvajes y bárbaros" pagaron con su vida o su libertad el "delito" de haber nacido indios o de ser gauchos y no tener un empleo fijo. La obra literaria de Sarmiento estuvo marcada por su actuación política desde que escribió en 1845: "¡Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte, para que, sacudiendo el ensangrentado polvo que cubre tus cenizas, te levantes a explicarnos la vida secreta y las convulsiones internas que desgarran las entrañas de un noble pueblo! (...) Facundo no ha muerto ¡Vive aún! ; está vivo en las tradiciones populares, en la política y las revoluciones argentinas; en Rosas, su heredero, su complemento. (...) Facundo, provinciano, bárbaro, valiente, audaz, fue reemplazado por Rosas, hijo de la culta Buenos Aires, sin serlo él, (...) tirano sin rival hoy en la tierra". Estos párrafos del Facundo nos muestran el estilo de Sarmiento. Facundo, a quien odia y admira a la vez, es la excusa para hablar del gaucho, del caudillo, del desierto interminable, en fin, de la Argentina de entonces, de todos los elementos que representan para él el atraso y con los que hay que terminar por las buenas o las malas. Sarmiento desde Chile alternó su actividad periodística con la literaria y educativa. En su libro Viajes (1849) se reflejan mucho más que las impresiones de un viajero atento y observador; allí se ocupó de lo que lo maravilla de los países que visita y que quisiera ver en su tierra. Pone el acento en el progreso industrial, el avance de las comunicaciones y de la educación. En su libro Argirópolis (1850) dedicado a Urquiza, expresó un proyecto para crear una confederación en la cuenca del Plata, compuesta por las actuales Argentina, Uruguay y Paraguay, cuya capital estaría en la Isla Martín García. El modelo de organización era la Constitución norteamericana y proponía fomentar la inmigración, la agricultura y la inversión de capitales extranjeros. Mantuvo fuertes polémicas con políticos y escritores de su tiempo, como Juan Bautista Alberdi, con quien no coincidía en apoyar a Urquiza. Esta polémica se expresó a través de sus libros. Alberdi escribió Complicidad de la prensa en las guerras civiles de la República Argentina y Cartas Quillotanas y Sarmiento le respondió con Las ciento y una y Época preconstitucional y Comentarios a la Constitución de la Nación Argentina. En 1862 el general Mitre asumió la presidencia y se propuso unificar al país. En estas circunstancias asumió Sarmiento la gobernación de San Juan. A poco de asumir dictó una Ley Orgánica de Educación Pública que imponía la enseñanza primaria obligatoria y creaba escuelas para los diferentes niveles de educación, entre ellas una con capacidad para mil alumnos, el Colegio Preparatorio, más tarde llamado Colegio Nacional de San Juan, y la Escuela de Señoritas, destinada a la formación de maestras. En sólo dos años Sarmiento cambió la fisonomía de su provincia. Abrió caminos, ensanchó calles, construyó nuevos edificios públicos, hospitales, fomentó la agricultura y apoyó la fundación de empresas mineras. Y como para no aburrirse, volvió a editar el diario El Zonda. En 1863 se produjo en la zona el levantamiento del Chacho Peñaloza y Sarmiento decretó el estado de sitio y como coronel que era, asumió personalmente la guerra contra el caudillo riojano hasta derrotarlo. El ministro del interior de Mitre, Guillermo Rawson, criticó la actitud de Sarmiento de decretar el estado de sitio por considerar que era una decisión exclusiva del poder ejecutivo nacional. Sarmiento, según su estilo, renunció. Corría el año 1864. A pedido del presidente Mitre, en 1864 viajó a los EE.UU. como ministro plenipotenciario de la Argentina. De paso por Perú, donde se hallaba reunido el Congreso Americano, condenó el ataque español contra Perú, a pesar de las advertencias de Mitre para que no lo hiciera. Sarmiento llegó a Nueva York en mayo de 1865. Acababa de asumir la presidencia Andrew Johnson en reemplazo de Abraham Lincoln, asesinado por un fanático racista. Sarmiento quedó muy impresionado y escribió Vida de Lincoln. Frecuentó los círculos académicos norteamericanos y fue distinguido con los doctorados "Honoris Causa" de las Universidades de Michigan y Brown. Mientras Sarmiento seguía en los Estados Unidos, se aproximaban las elecciones y un grupo de políticos lo postuló para la candidatura presidencial. Los comicios se realizaron en abril de 1868 y el 16 de agosto, mientras estaba de viaje hacia Buenos Aires, el Congreso lo consagró presidente de los argentinos. Asumió el 12 de octubre de ese año. Cuando Sarmiento asumió la presidencia todavía se combatía en el Paraguay. La guerra iba a llevarse la vida de su querido hijo Dominguito. Sarmiento ya no volvería a ser el mismo. Un profundo dolor lo acompañaría hasta su muerte. Durante su presidencia siguió impulsando la educación fundando en todo el país unas 800 escuelas y los institutos militares: Liceo Naval y Colegio Militar. Sarmiento había aprendido en los EE.UU. la importancia de las comunicaciones en un país extenso como el nuestro. Durante su gobierno se tendieron 5.000 kilómetros de cables telegráficos y en 1874, poco antes de dejar la presidencia pudo inaugurar la primera línea telegráfica con Europa. Modernizó el correo y se preocupó particularmente por la extensión de las líneas férreas. Pensaba que, como en los EE.UU., el tren debía ser el principal impulsor del mercado interno, uniendo a las distintas regiones entre sí y fomentando el comercio nacional. Pero éstos no eran los planes de las compañías británicas inglesas, cuyo único interés era traer los productos del interior al puerto de Buenos Aires para poder exportarlos a Londres. En lugar de un modelo ferroviario en forma de telaraña, o sea interconectado, se construyó uno en forma de abanico, sin conexiones entre las regiones y dirigido al puerto. Este es un claro ejemplo de las limitaciones que tenían los gobernantes argentinos frente a las imposiciones del capital inglés. La red ferroviaria paso de 573 kilómetros a 1331 al final de su presidencia. En 1869 se concretó el primer censo nacional. Los argentinos eran por entonces 1.836.490, de los cuales el 31% habitaba en la provincia de Buenos Aires y el 71% era analfabeto. Según el censo, el 5% eran indígenas y el 8% europeos. El 75% de las familias vivía en la pobreza, en ranchos de barro y paja. Los profesionales sólo representaban el 1% de la población. La población era escasa, estaba mal educada y, como la riqueza, estaba mal distribuida. Sarmiento fomentó la llegada al país de inmigrantes ingleses y de la Europa del Norte y desalentó la de los de la Europa del Sur. Pensaba que la llegada de sajones fomentaría en el país el desarrollo industrial y la cultura. En realidad los sajones preferían emigrar hacia los EE.UU. donde había puestos de trabajo en las industrias. La argentina de entonces era un país rural que sólo podía convocar, lógicamente a campesinos sin tierras. Y, para tristeza de Sarmiento, la mayoría de los inmigrantes, muchos de nuestros abuelos, serán campesinos italianos, españoles, rusos y franceses. Entre las múltiples obras de Sarmiento hay que mencionar la organización de la contaduría nacional y el Boletín Oficial que permitieron a la población en general, conocer las cuentas oficiales y los actos de gobierno. Creó el primer servicio de tranvías a caballo, diseñó los Jardines Zoológico y Botánico. Al terminar su presidencia 100.000 niños cursaban la escuela primaria. Al finalizar su mandato apoyo la candidatura del tucumano Nicolás Avellaneda. El 22 de agosto de 1873 Sarmiento sufrió un atentado mientras se dirigía hacía la casa de Vélez Sarsfield. Cuando transitaba por la actual esquina de Corrientes y Maipú, una explosión sacudió al coche en el que viajaba. El sanjuanino no lo escuchó porque ya padecía una profunda sordera. Los autores fueron dos anarquistas italianos, los hermanos Francisco y Pedro Guerri que confesaron haber sido contratados por hombres de López Jordán. El atentado falló porque a Francisco Guerri se le reventó el trabuco en la mano. Sarmiento salió ileso del atentado y se enteró porque se lo contaron después. Al finalizar su mandato en 1874, Sarmiento se retiró de la presidencia pero no de la política. En 1875 asumió el cargo de Director General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires y continuó ejerciendo el periodismo desde La Tribuna. Poco después fue electo senador por San Juan. En esa época vivía con su hermana, su hija y sus nietos en la calle Cuyo, actual Sarmiento 1251. En 1879 asumió como ministro del Interior de Avellaneda, pero por diferencias políticas con el gobernador de Buenos Aires, Carlos Tejedor, renunció al mes de haber asumido. Durante la presidencia de Roca ejerció el cargo de Superintendente General de Escuelas del Consejo Nacional de Educación. En la época en que Sarmiento fomentaba la educación popular, el índice de analfabetos era altísimo. En el campo había muy pocas escuelas porque la mayoría de los estancieros no tenían ningún interés en que los peones y sus hijos dejaran de ser ignorantes. Cuanta menos educación tuvieran más fácil sería explotarlos. Pero Sarmiento trataba de hacerles entender que una educación dirigida según las ideas y los valores de los sectores dominantes, lejos de poner en peligro sus intereses, los reproducía y confirmaba. "Para tener paz en la República Argentina, para que los montoneros no se levanten, para que no haya vagos, es necesario educar al pueblo en la verdadera democracia, enseñarles a todos lo mismo, para que todos sean iguales... para eso necesitamos hacer de toda la república una escuela." De todas formas le costó muchísimo convencer a los poderosos de que les convenía la educación popular y recién en 1884, logró la sanción de su viejo proyecto de ley de educación gratuita, laica y obligatoria, que llevará el número 1420. Una de sus últimas actuaciones públicas data de 1885. El presidente Roca prohibió a los militares emitir opiniones políticas. Sarmiento, que no podía estar sin expresar su pensamiento, decidió pedir la baja del ejército, y opinar libremente a través de las páginas de su diario El Censor. En el invierno de 1888 se trasladó al clima cálido del Paraguay junto a Aurelia Vélez, la hija de Dalmacio Vélez Sarsfield, autor del Código Civil. Aurelia fue la compañera de Sarmiento durante los últimos años de su vida. Murió el 11 de septiembre de ese año, en Paraguay, como su hijo Dominguito. Pocos años antes había dejado escrito una especie de testamento político: "Nacido en la pobreza, criado en la lucha por la existencia, más que mía de mi patria, endurecido a todas las fatigas, acometiendo todo lo que creí bueno, y coronada la perseverancia con el éxito, he recorrido todo lo que hay de civilizado en la tierra y toda la escala de los honores humanos, en la modesta proporción de mi país y de mi tiempo; he sido favorecido con la estimación de muchos de los grandes hombres de la Tierra; he escrito algo bueno entre mucho indiferente; y sin fortuna que nunca codicié, porque ere bagaje pesado para la incesante pugna, espero una buena muerte corporal, pues la que me vendrá en política es la que yo esperé y no deseé mejor que dejar por herencia millones en mejores condiciones intelectuales, tranquilizado nuestro país, aseguradas las instituciones y surcado de vías férreas el territorio, como cubierto de vapores los ríos, para que todos participen del festín de la vida, de que yo gocé sólo a hurtadillas".
Fuente: Felipe Pigna

martes, 14 de febrero de 2012

Una reflexión


Cosme Mariano Argerich

“La designación del Hospital con el nombre de “Cosme Mariano Argerich” es un verdadero honor y orgullo para los miembros del mismo y a su vez el crecimiento y el prestigio de la institución significan un homenaje a quien loa honrara con el legado de su nombre. A continuación explicaré el porque de estas afirmaciones, para esto haremos un pequeño resumen de los sucesos que permitirían la llegada y asentamiento de los Argerich y de su aporte a la Medicina de nuestro país.  Para eso volvemos a los aspectos históricos que habíamos mencionado al inicio del libro. Tras la expulsión de los jesuitas en 1767, los betlehemitas aprovecharon para pedir la construcción de un hospital más amplio y moderno en los terrenos que aquellos poseían. Se inició la edificación y lo primero que se trasladó al nuevo hospital fueron los alienados y luego los enfermos crónicos. Fue llamado Hospital General de Hombres y subsistió hasta 1883. Existió en el mismo una sala para oficiales del ejército, razón que lo transforma en el primer hospital militar. La tercera institución metropolitana fue el Hospital General de Mujeres, que tuvo su origen en la Hermandad de la Santa Caridad. Este hospital funcionó precariamente, desarrollando su labor a merced de donaciones. Entre los médicos que fijaron su residencia en Buenos Aires al promediar el siglo XVIII, el más famoso fue el coronel don Francisco Argerich, médico de los jesuitas en Buenos Aires y otras órdenes religiosas; es el primero de los Argerich en ejercer la Medicina en el Virreynato. Estamos en los momentos en que se organiza la institución que se dio en llamar Protomedicato, es decir la entidad que regularía la manera en que ejercen la actividad los miembros que conforman esa agrupación, o sea, los Médicos.  Es un intento de reglamentación que lleva adelante Carlos III en España y que se traslada de igual manera al Virreynato del Río de la Plata. En este contexto, Vértiz (que gobernó entre los años 1778 y 1784) creó el primer Tribunal del Protomedicato y nombró al primer protomédico: el irlandés doctor don Miguel Gorman, designado como "Protomédico General y Alcalde Mayor de todos los facultativos en Medicina, Cirugía y Farmacia en todos los distritos del virreinato”.  Paralelamente fueron creadas medidas de mejoramiento urbano y social, creando paseos públicos, fomentando la implementación de un censo poblacional, que presentó datos sumamente interesantes: la población de la ciudad de Buenos Aires era de 24.205 habitantes y el 50 por ciento de la misma estaba compuesta por indígenas y mestizos. Francisco Argerich, había participado en 1780 como jefe médico de la expedición enviada por el virrey Vértiz para combatir la insurrección de Túpac Amaru. El primer protomédico, Miguel Gorman propuso la designación de Francisco Argerich –que desempeñaba el mismo puesto de cirujano Mayor de los ejércitos del Rey con el grado de coronel– y del licenciado don José Alberto Capdevila.  Francisco Argerich era el padre de Cosme Mariano Argerich, quien había nacido en la ciudad de Buenos Aires el 26 de Setiembre de 1758.  Tendría 17 hermanos.  En 1776, su padre lo envía a estudiar a España, donde obtiene en 1783 el título de Medicina del Gremio y Claustro de la Real y Pontificia Universidad de Cervera (Barcelona), y se casa allí con la joven Margarita Marti.  Se destacó ejerciendo su profesión en Barcelona.  Cosme Mariano vuelve a Buenos Aires en 1784 y es nombrado Médico del Colegio de Huérfanos, y al tiempo se convierte en el Primer Examinador del Protomedicato.  En 1786 nació su hijo, Francisco Cosme (bautizado con el nombre de su abuelo y de su padre).   En Buenos Aires tiene durante los años 1794 y 1796 activa participación en la lucha contra los brotes de viruela. Por esa época, junto a Agustín Fabre y Bernardo Nogués redacta las Ordenanzas del Real Colegio de Medicina y Cirugía de Buenos Aires. En 1801 publica un artículo en el Telégrafo Mercantil donde recomienda la vacunación antivariólica y siendo Profesor de la carrera de Medicina, tiene como alumno del Primer Curso a su propio hijo: Francisco Cosme.  En 1802 asume como catedrático de Medicina en carácter de sustituto y como “Protomédico General y Alcalde Mayor de todas las Facultades de Medicina, Cirugía, Pharmacia y Phlebotomía”.Durante las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807 actuó como Médico Jefe del Hospital de la Caridad atendiendo a militares heridos. En 1810 participa junto a Agustín Fabre, Bernardo Nogués y Justo García Valdés en el Cabildo Abierto del día 22 de mayo. Los  cuatro profesionales médicos sostienen con patriótico entusiasmo las nuevas ideas de emancipación.  La influencia de los sucesos de 1810 en los médicos y cirujanos de la época fue sobresaliente. Es así que los hechos en España y los que desembocarían en la Revolución de Mayo de 1810, tuvieron una enorme gravitación en las vidas de los jóvenes del Río de la Plata, ya que el ambiente era más proclive a sostener los primeros pasos independentistas, que a la actividad de las aulas. Por eso, no es de extrañarse que desde 1804 hasta 1815 no se creó ningún curso de medicina. Sin embargo el Protomedicato continuó con su rol de guardián de la salud pública y garante de la profesión médica. Buenos Aires, pasado el cimbronazo de las invasiones inglesas supo encontrar su camino y con la revolución de 1810 forjó airosamente su destino con los cambios consiguientes políticos – sociales. El 25 de mayo la voluntad del pueblo, categórica y valiente, tuvo su triunfo. La percepción del advenimiento del proceso y la libertad de pensamiento serían principios renovadores impuestos por la victoria revolucionaria de mayo, principios compartidos por el Dr. Cosme Mariano Argerich. El gobierno de Buenos Aires, en 1812 designa a Cosme Argerich, Luis Chorroarín y Diego Savaleta en una comisión destinada a desarrollar un plan de estudios y de educación pública en un colegio de ciencia próximo a ser creado, pero ese plan resultó impracticable. En marzo de 1813 la Asamblea decidió crear la Facultad Médica y Quirúrgica y el 9 de abril de 1813 el doctor Argerich fue nombrado catedrático de medicina "por cuanto se ha creído indispensablemente necesario realizar en esta ciudad un plan de estudios de medicina y cirugía que proporcione a la juventud acontecimientos e ilustración de los objetos de tanta importancia que comprende". El Plan del doctor Argerich aprobado por la Asamblea era de 6 años y fue uno de los mejores por la coordinación de las materias y la amplitud de su estudio. La Anatomía Normal y Patológica, la Fisiología, Patología General, Higiene, Semiología, Terapéutica y Materia Médica, estaban distribuidas en los 4 primeros años de estudio, reservándose para los 2 últimos la enseñanza de la Nosografía Quirúrgica y Médica. Los alumnos de 5° y 6° año tenían la obligación de asistir diariamente a las visitas hospitalarias de los profesores y escuchar las conferencias de clínica. Entre las condiciones exigidas para el ingreso, figuraban los conocimientos de la sanidad y el título de bachiller. La necesidad de cirujanos en los batallones patriotas se hizo tan necesaria que se admitieron voluntarios extranjeros. Fue entonces cuando en mayo de 1813, la Facultad Médica y Quirúrgica pasó a ser el Instituto Médico Militar, destinado al aumento y mejor dotación de cirujanos para los ejércitos de la patria. El director del Instituto fue Cosme Argerich, quién designó como colaboradores al doctor Salvio Gaffarot, el doctor Cristóbal Martín de Montufar, el doctor Juan Fernández, y a su propio hijo, el Dr. Francisco Cosme Argerich. El 19 de diciembre de 1813 se lo designa Cirujano de la Expedición Auxiliar del Ejército del Perú, pero a causa de su vulnerada salud, retornó a Buenos Aires. En 1814 Argerich eleva al Gobierno un Reglamento de Medicina Militar para aplicar en el Instituto.   La resolución que daba comienzo a los cursos apareció en la gaceta Ministerial del Gobierno el 1° de marzo de 1814.  Según la misma, tanto los profesores como los alumnos quedaban de hecho incorporados al Ejército.  Este proyecto fue rechazado por el Consejo de Estado, que acusó a los profesores de buscar un pretexto para beneficiarse con las distinciones y honores de los Jefes y Oficiales del Ejército.  A pesar de todo, los cursos se iniciaron en 1815. Tanto los profesores como los alumnos tenían la obligación de concurrir cuando el gobierno los necesitara. Todos cumplieron con su deber como practicantes primero y como cirujanos más tarde. Los primeros egresados fueron: Miguel Rivero, Pedro Martínez Niño, Fuentes y Sánchez. En septiembre de 1816 el doctor Cosme Argerich, junto con Diego Paroissien (nombrado Cirujano Mayor del Ejército de los Andes) tuvo a su cargo la organización del departamento de Hospitales del Ejército, constituido por 3 profesores, 5 betlemitas y 7 civiles asistentes de cirujanos en cumplimiento del mandato del Instituto Médico Militar.  El mismo ordenaba el mejor servicio de los Ejércitos de la Patria, y proveyeron a San Martín los insumos médicos y sanitarios para la campaña libertadora de Chile. Entre todos lograron formar un verdadero hospital de sangre que auxilió al ejército en el cruce de los Andes. En 1818 ya habían transcurrido cinco años de la creación del Instituto Médico Militar y no estaban aprobados todavía el Reglamento y Plan de Estudios del mismo.  Argerich escribe que era necesario hacer primero algunas observaciones para que su aplicación no saliese errada.  El plan finalmente aprobado ha sido calificado como uno de los mejores por la coordinación de las materias y amplitud de los estudios. Fallece el 14 de febrero de 1820 producto de un cuadro anginoso.”

Fuente: Historia deL Hospital Argerich.