CLUB SOCIAL SAN
JUSTO
1919 – 21 de
Diciembre – 2015
Feliz 96º
Aniversario de la Fundación
Hoy 21 de
diciembre de 2015 el Club Social San Justo conmemora su 96º Aniversario de su
fundación; para ello evoca un artículo histórico del profesor Alfonso Corso que
expresa:
“Realmente
hablar y referirse al Club Social San Justo, es uno de los hechos más gratos a
los que puede aspirar el que a veces debe o quiere enfrascarse en las lides de
las letras, y lo es porque , desde el momento liminar del siglo XX se va
gestando en San Justo la idea de contar con un lugar donde concentrarse para
hablar, soñar, expresarse en aras de un sueño que no tardaría en ser un
magnifica realidad: el de tener una
ciudad modelo, una ciudad pujante y una ciudad humana, para ello, las
tertulias entre vecinos no alcanzaba ya que estaban limitadas a dos o a lo sumo
tres familias que se reunían en los días de visita y es por eso que van
pensando en un centro de reuniones, obviamente que no estaban desinformados,
aquí llegaban los periódicos capitalinos que a veces, muy pocas, alguna
noticias del pago matancero traían, pero también aparecían algunas hojas
locales, quien puede olvidar al inmortal Eco del Oeste, pionero de los periódicos matanceros dirigido por
Don Ramón Quiroga, o La Verdad,
o la Gaceta de La Matanza, quien
puede olvidar al “francesito”, Gardel dando sus serenatas en lo de la Dorotea,
acompañado de la guitarrita que le había prestado Don Delmiro Santa Maria, y en
esos mismos periódicos aparecería con el tiempo “la famosa nevada del 22” o las
palabras del sacerdote Don Enrique P. Garrone con sus filipizas contra la
guerra que azolaba el mundo.
Pero, no
nos adelantemos a los hechos y recordemos a los vecinos que se iban congregando
en el atrio de nuestra iglesia después de la misa, una misa en la que se
recordaba a un inolvidable “Acquavella”, el primer (y único) cura intendente
que tuvimos y allí estaban los recuerdos y palabras de Ezcurra, de Don José
Indart, de los Echeverría, de los Llorega, de Recchera, los Satragno, y a veces
en las grandes fiestas patronales, la llegada de los amigos y vecinos de la
tierra, los Rolleri, Harghintegui, Villalonga, Fernández Mendy, Barrios y aquel
atildado medico – político, de las camisas de seda y de las uñas pintadas, el
recordado Dr. Ignacio Arrieta que comenzaba sus lides sociales, y un día, en la
esquina de la calle Matanza se van congregando un grupito de vecinos y en esa
cálida tarde de enero de 1919, en esa casa que era de Fernández Mendy, se labra
una esperanzada acta número uno, con la que se daba por nacido el Club Social, los limites de influencia
eran muy ambiciosos: los limites de San Justo, por mejor decirlo, los limites
ideales del estero, un lugar con
un centro que era el municipio, la iglesia y un grupito de casas desparramadas
en unas pocas calles habitadas, algunas de ellas sin iluminar, porque la luz
era restringidas a ciertos horarios no siempre acorde con la luz natural, y el
club sigue su marcha. Y en esa marcha esta lógicamente la cultura, una cultura
que en esos momentos mostraba como centro básico la escuela Nº 1, construida
por Sarmiento y aportada por Rosas, y los niños (y los grandes) querían y
gustaban leer, por eso se abre la biblioteca, quizás una de las primeras en su
estilo en la zona, y en la cual, entre otros concurriría, mas de una vez para
preparar sus temas el mismísimo Pastor Florio., que ya soñaba con su templo, y
los fundadores, mas de una vez debían pagar de su peculio los gastos para poder
subsistir, indudablemente que la cultura nunca fue un buen negocio.
Y llega
por fin el un 19 de octubre de 1933 cuando deciden mudarse a una casa que
estaba ubicada en la calle Villegas 760, y en esa casa se va ampliando la lista
de los socios, y entonces hay que buscar otra casa y otro local quizás más
amplio (o más económicos) y allí no mas, a pocos pasos de la plaza del pueblo
lo encuentran: es en la calle Buenos Aires Nº 661 y en esos históricos lugares
aparecían en su lucha los nombres que hicieron y que hacen historia: Berruela,
Carrara, Giovo, Della Madalena, Iparraguirre, Leguineche y hasta la querida
maestra Lezcano.
El 9 de
marzo ya estaban en la nueva sede, y el tiempo va pasando, y en EL Mirador de
Carretero ( como así también en La Voz de Los Pueblos y en Tribuna de Matanza)
en el año 1940 ya se entra en la era de la Personería Jurídica, y ya se cree
que es necesario contar con una sede propia y un techo propio, pero también
pensamos que hay temas emotivos y patrióticos que hacen a la grandeza de la
patria que hay que encarar, y uno de los principales es el tener en nuestra
plaza al busto de San Martín, pero esfuerzo da para más y con la presencia de
todo el pueblo nucleado por el Club Social, el monumento sigue
materializándose, el 27 de diciembre de 1942 se coloca la piedra fundamental,
Chile dona una placa fundida con bronce de un cañón de la Guerra de la
Independencia.
El 7 de
marzo de 1944 se instala el monumento en el pedestal y el 27 de agosto del
mismo año se inaugura con la presencia, por primera vez en el partido, de un
presidente, este era El Gral. Farrel el que fue invitado por el club social.
El club
no se detiene y logra la instalación de una sucursal del Banco de la Provincia,
con la firma de Jauretche como presidente del banco, Casullo como primer
Gerente y Monseñor Marcon como poseedor de la cuenta Nº1.
Pero, el
progreso viene para unos y quizás, perjudico a otros, el día 11 de noviembre de
1946, el Club Social es intimado a proceder al desalojo de sus bienes ya
que la casa ha sido comprada por el Club Huracán, y es entonces que se piensa
en una nueva sede, y la intervención de Echeverría el día 1 de abril de 1947,
posibilita que la sucesión Larumbe propietaria de la casa de la calle
Almafuerte, desocupe la casa de la Calle Buenos Aires.
La
solidaridad se pone de manifiesto, allí aparece Gastelu que se ofrece a
solventar la mayor parte de los gastos de la construcción de una casa para el
club, pero por el momento hay que seguir alquilando.
El día 29
de junio de 1947 se alquila una casa en la calle Villegas, en pleno centro
frente a la plaza, y allí el día 15 de agosto de 1948 entramos en la era
moderna, el club compra su primer máquina de escribir.
De la
calle Villegas y Almafuerte, en la década del 50 se produce un nuevo traslado,
pasamos a la Calle Villegas al 700 (¡¡ Oh vieja nomenclatura!!), la casa
pertenecía al ex socio y presidente del Club Social, Don Jerónimo Modesta y en
ese mismo lugar, en el año 1956, se instala la hoy escuela Normal Nacional
Almafuerte, y más tarde el nuevo Banco Italiano, a fines de la década del 50,
se compra la casa llamada de los Modesta, en la calle Catamarca entre Pichincha
y Sarandí, la misma poco a poco se va transformando y transformándose en centro
a la cultura sanjustence, allí estaría el Club Social, el Rotary Club, el Club
de Leones, el circulo Ajedrecista Roberto Garau, el coro, y se logra edificar
un enorme y suntuoso salón de actos( manes de José Barrios y Sconfienza) y a lo
largo de los años vemos que la mayor parte de los integrantes van ocupando
cargos de renombre en las instituciones del partido, e incluso del gobierno
municipal, provincial o nacional con cargos de peso internacional, el Club
Social fue un enorme y selecto semillero, y junto a los que ya nombramos,
tenemos a los Tasso, Laspiezcu, Izaguirre, Celina Arieta, Nicora, Kepler,
Patrissans, Lartigoyeb, Agustoni, Gutiérrez, Viglione, Cohan, Fernández
Duhalde, Judez, Peveri, Hegalini, Damonte, Werthein, Pelizzarri, Simons, Izzo,
Curcio, Amoroso, Donato, Fiks, Tomasin, Plata, Somosierra, Motta, Montagnoli,
Lorente, Nervi, Cantero, Giménez y en algún momento hemos tenido el honor de
figurar en su elenco, pero importante es saber que el Club Social de San Justo,
ha demostrado siempre una permanente preocupación por el adelanto cultural,
deportivo, social y edilicio del antiguo e histórico pueblo, hoy ciudad de San
Justo, y recordemos la creación de la única en su estilo, hasta esos momentos,
biblioteca pública, obras edilicias, monumento al Libertados, iniciativas
estructurales, a la madre, a Almafuerte, escuelas, tramitaciones para instalar
el primer banco en el año 1948, construcción de un cine teatro, apertura
permanente de las calles cerradas, embellecimiento de lugares públicos, banda
de música y un centenar más de logros.
Hoy el
Club Social totalmente renovado en su actividad social, y lo que es
importantísimo en su actividad cultural, sigue su marcha ascendente y sin pausa
para que su actividad sea, como hasta hoy lo fue, ejemplar y como decimos
señera en este pago histórico que hace casi un siglo vio nacer los primeros
intentos de ver su club y que cual nova no fugaz, nuclea en su seno a una
pléyade de voluntades que por el solo, nada menos amor, al terruño trabajaban
sin cesar para que el sueño de los soñadores laminares, después de
materializado, siga soñando en un futuro, que sin duda será siempre luminoso,
porque luminosas son las aspiraciones de sus socios que conforman la comisión
directiva: Héctor Echeverría, Hugo Piñeiro, Mario Giménez, Antonio Di Paolo,
Alfonso Corso, Alfredo Parle, Carlos Rodríguez, Claudio Andreetta, José María
Barrio, Bernardo Kasparían, Rodolfo Aguirre, Héctor Castellano, Rafael Di
Gregorio, Eduardo Miguel, Honorio Palacios, Juan Carlos Pitrelli.”
Fuente:
Un Hito de la Cultura Matancera, Profesor Alfonso Corso, Diciembre de 2005
Fachada 2º Sede social de nuestra Institución.
Fachada 1º sede social de calle Villegas 2429 de nuestra Institución.