CLUB SOCIAL SAN JUSTO
Fundado: 21 de Diciembre de 1919

Dirección: Av. Arturo Illia 2632 - San Justo - La Matanza - Buenos Aires.
Correo Electronico: clubsocialsanjusto@gmail.com
Actividad: SOCIAL - CULTURAL - DEPORTIVA - FOMENTO - PRO BIBLIOTECA

"Al Servicio de la Comunidad de San Justo y La Matanza"

domingo, 27 de diciembre de 2015

Homilía del Papa Francisco

No perdamos la confianza en la familia, exhortó el Papa en el Jubileo de las Familias
Con la imagen bíblica de dos familias que hacen su peregrinación a la casa de Dios, Elcaná y Ana con su hijo Samuel al templo de Silo, y de José y María con Jesús en marcha hacia Jerusalén para celebrar la fiesta de la Pascua, el Papa Francisco señaló la misión de la familia de caminar juntos para alcanzar la misma meta y el papel formativo que desempeña especialmente en lo que reguarda a la fe y a la oración. Lo hizo en el marco del jubileo de las familias celebrado en la fiesta de la Sagrada Familia en la basílica vaticana, el domingo 27 de diciembre de 2015, del Año Santo de la Misericordia.
“Qué importante es para nuestras familias a caminar juntos para alcanzar una misma meta –dijo Francisco-. Sabemos que tenemos un itinerario común que recorrer; un camino donde nos encontramos con dificultades, pero también con momentos de alegría y de consuelo. En esta peregrinación de la vida compartimos también el tiempo de oración. ¿Qué puede ser más bello para un padre y una madre que bendecir a sus hijos al comienzo de la jornada y cuando concluye? Hacer en su frente la señal de la cruz como el día del Bautismo. ¿No es esta la oración más sencilla de los padres para con sus hijos? Bendecirlos, es decir, encomendarle al Señor, para que sea él su protección y su apoyo en los distintos momentos del día. Qué importante es para la familia encontrarse también en un breve momento de oración antes de comer juntos, para dar las gracias al Señor por estos dones, y para aprender a compartir lo que hemos recibido con quien más lo necesita. Son pequeños gestos que, sin embargo, expresan el gran papel formativo que la familia desempeña”.
Al final de su homilía el Obispo de Roma deseo “que en este Año de la Misericordia, toda familia cristiana sea un lugar privilegiado en el que se experimenta la alegría del perdón. El perdón es la esencia del amor, que sabe comprender el error y poner remedio. En el seno de la familia es donde se nos educa al perdón, porque se tiene la certeza de ser comprendidos y apoyados no obstante los errores que se puedan cometer”. Jesuita Guillermo Ortiz –Radio Vaticana
Texto completo de la homilía del Papa en el Jubileo de las familias:
Las Lecturas bíblicas que hemos escuchado nos presentan la imagen de dos familias que hacen su peregrinación hacia la casa de Dios. Elcaná y Ana llevan a su hijo Samuel al templo de Siló y lo consagran al Señor (cf. 1 S 1,20- 22,24-28). Del mismo modo, José y María, junto con Jesús, se ponen en marcha hacia Jerusalén para la fiesta de Pascua (cf. Lc 2,41-52).
Podemos ver a menudo a los peregrinos que acuden a los santuarios y lugares entrañables para la piedad popular. En estos días, muchos se han puesto en camino para llegar a la Puerta Santa abierta en todas las catedrales del mundo y también en tantos santuarios. Pero lo más hermoso que hoy pone de relieve la Palabra de Dios es que la peregrinación la hace toda la familia. Papá, mamá y los hijos, van juntos a la casa del Señor para santificar la fiesta con la oración. Es una lección importante que se ofrece también a nuestras familias. Es más, podemos decir que la vida de la familia es un conjunto de pequeños y grandes peregrinajes.
Por ejemplo, cuánto bien nos hace pensar que María y José enseñaron a Jesús a decir sus oraciones, y esto es un peregrinaje: el peregrinaje a la educación a la oración. Y también nos hace bien saber que durante la jornada rezaban juntos; y que el sábado iban juntos a la sinagoga para escuchar las Escrituras de la Ley y los Profetas, y alabar al Señor con todo el pueblo. Y, durante la peregrinación a Jerusalén, ciertamente cantaban con las palabras del Salmo: «¡Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”. Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén» (122,1-2).
Qué importante es para nuestras familias peregrinar juntos, caminar juntos para alcanzar una misma meta. Sabemos que tenemos un itinerario común que recorrer; un camino donde nos encontramos con dificultades, pero también con momentos de alegría y de consuelo. En esta peregrinación de la vida compartimos también el tiempo de oración. ¿Qué puede ser más bello para un padre y una madre que bendecir a sus hijos al comienzo de la jornada y cuando concluye? Hacer en su frente la señal de la cruz como el día del Bautismo. ¿No es esta la oración más sencilla de los padres para con sus hijos? Bendecirlos, es decir, encomendarle al Señor, como hicieron, Elcaná y Ana, José y María, para que sea él su protección y su apoyo en los distintos momentos del día. Qué importante es para la familia encontrarse también en un breve momento de oración antes de comer juntos, para dar las gracias al Señor por estos dones, y para aprender a compartir lo que hemos recibido con quien más lo necesita. Son todos pequeños gestos que, sin embargo, expresan el gran papel formativo que la familia desempeña en el peregrinaje de todos los días.
Al final de aquella peregrinación, Jesús volvió a Nazaret y vivía sujeto a sus padres (cf. Lc 2,51). Esta imagen tiene también una buena enseñanza para nuestras familias. En efecto, la peregrinación no termina cuando se ha llegado a la meta del santuario, sino cuando se regresa a casa y se reanuda la vida de cada día, poniendo en práctica los frutos espirituales de la experiencia vivida. Sabemos lo que hizo Jesús aquella vez. En lugar de volver a casa con los suyos, se había quedado en el Templo de Jerusalén, causando una gran pena a María y José, que no lo encontraban. Por su «aventura», probablemente también Jesús tuvo que pedir disculpas a sus padres. El Evangelio no lo dice, pero creo que lo podemos suponer. La pregunta de María, además, manifiesta un cierto reproche, mostrando claramente la preocupación y angustia, suya y de José. Al regresar a casa, Jesús se unió estrechamente a ellos, para demostrar todo su afecto y obediencia. Hacen parte del peregrinaje de la familia, también estos momentos que, con el Señor, se transforman en oportunidad de crecimiento, en ocasión para pedir perdón y recibirlo, demostrar el amor y la obediencia.
Que en este Año de la Misericordia, toda familia cristiana pueda ser un lugar privilegiado de este peregrinaje en el que se experimenta la alegría del perdón. El perdón es la esencia del amor, que sabe comprender el error y poner remedio. Pobre de nosotros, si Dios no nos perdonase. En el seno de la familia es donde se nos educa al perdón, porque se tiene la certeza de ser comprendidos y apoyados no obstantes los errores que se puedan cometer.
No perdamos la confianza en la familia. Es hermoso abrir siempre el corazón unos a otros, sin ocultar nada. Donde hay amor, allí hay también comprensión y perdón. Encomiendo a ustedes, queridas familias, este peregrinaje doméstico de todos los días, esta misión tan importante, de la que el mundo y la Iglesia tienen más necesidad que nunca. 
Fuente: Radio vaticana 27-12-2015
http://www.news.va/es/news/no-perdamos-la-confianza-en-la-familia-exhorto-el

Las fiestas tristes

La buena lectura da para compartir, he aquí un buen texto periodístico del Diario Página 12:
Las fiestas tristes
No fue una Nochebuena fácil, ni lo será el Año Nuevo. No están siendo alegres estas fiestas, no para toda la Argentina, pero sí para su mitad. Y quizá para más que su mitad. Quizá, a apenas dos semanas de inaugurado el gobierno de Macri, aquellas dos mitades de torta casi idénticas pero asimétricas y cuya asimetría nos dejó en este embrollo, ya se hayan movido y hoy haya una mayoría que, previéndolo o desayunándose, se encuentra gobernada a los empujones, a los decretazos, con una prepotencia inexplicable para un gobierno surgido de las urnas, con una urgencia desmedida para redistribuir la riqueza entre los más ricos, ni siquiera entre los ricos. “Macri es la fiesta a la que nunca te van a invitar”, rezaba una leyenda de la campaña que se vio en muros de verdad y muros virtuales. Lo que seguramente muchos votaron comprando el slogan de “la vuelta a las instituciones” y “la unión entre argentinos” rápidamente se reveló como un pacto que manchará la historia.
Muchos ciudadanos intoxicados con el relato de la verdadera cadena nacional, que ahora no se detiene ni un instante en medios públicos y privados, el relato de la yegua, los planeros, los choriplaneros, los mercenarios, los corruptos, los que se llevaban todo por delante, los que votaban como en una escribanía, los que aprobaban leyes a libro cerrado, los que tenían y tienen por jefa a una mujer que los engañó a todos porque su único objetivo era acumular su propia riqueza, en fin, ese relato de la derecha engordado por algunas voces que aún hoy dicen ser progresistas, muchos que acríticamente compraron el paquete de denuncias de los canales y las radios que hoy tienen la sartén por el mango, ya advirtieron o están en vías de probar en carne propia que esos canales y esas radios nunca brindaron un servicio de información, sino que fueron favorecedores del avasallamiento a las instituciones.
Porque eso es lo que hay, y es eso lo que vemos. Que los que hasta el hartazgo de la náusea acusaron en los últimos años al kirchnerismo por “sus formas”, hoy adoptan las formas más antidemocráticas que hemos conocido desde 1983. Con un presidente de la Corte Suprema sonriendo en el segundo plano de la foto, Macri asumió como Presidente con un Poder Judicial que torvamente le arrebató a la ex Presidenta doce horas de mandato. Eso no se va a olvidar. Después Macri mandó a completar la Corte por decreto, cosa de la que Lorenzetti se anotició “con beneplácito”. Macri disparó a repetición DNU que se ejecutaron sin la aprobación del Congreso. Macri ya ha dicho que gobernará por decreto. No hubo debates en la televisión sobre un presidente legítimo que anuncia que prescindirá de uno de los poderes del Estado.
En la televisión ya se debate solamente sobre lo que Macri autoriza. Los medios están gobernados por sus pautas publicitarias, y ese garrote vil Macri no tendrá empacho en usarlo. Ya hizo volar de todos los medios las voces opositoras. Los analistas económicos que consultan todos los canales para analizar el shock económico son todos liberales. No hay críticas. No se escuchan críticas, salvo aisladas y respetables. El periodismo profesional” o “independiente”, como colectivo, está demostrando que puede independizarse fácilmente de la verdad y de la lealtad a su audiencia.
La Nochebuena transcurrió en medio de las peores inundaciones que recuerde el Litoral. Todos recordamos, porque fue hace muy poco, el escándalo que esos medios hicieron en las inundaciones en las que Scioli estaba en Italia por un viaje programado por su brazo. Era tema del día. Pantallas y pantallas mostrando agua, María Eugenia Vidal chapoteando bajito. Ahora que ya ganó el candidato que alentaban bajo la careta del profesionalismo, el agua no se vio en la Nochebuena. No iban a mostrar nada que le produjera un reproche a su Presidente. Los inundados se vieron recién al día siguiente. El presidente tampoco se ve, aunque en los diarios te muestran lo lindo que es el country de Villa La Angostura donde se fue de vacaciones con Juliana, que es divina, y con Antonia, que es un sol. En Télam, te informan sobre lo divertido que fue ver al perro de Macri paseando por la Rosada. Van a seguir así. Ocultando. Desinformando. Estas fiestas no son alegres, y no se trata ya de haber perdido las elecciones. Eso no produjo ni siquiera un instante de fricción. Es que, vamos, vivíamos en una democracia de verdad, aunque siempre que los dos puntos de una elección eran a favor del oficialismo, oposición y medios gritaran “¡Fraude!”. Cuando esos dos puntos –menos, en realidad– fueron a favor de Macri, nadie gritó. Esa derrota fue inmediatamente aceptada, como lo fue la derrota del oficialismo venezolano en las legislativas que perdió. Podrán estar en desacuerdo por los proyectos populares o populistas, pero han mentido siempre que dijeron que el poder estaba siendo usurpado.
Los macristas cantaban “Sí se puede”, y claro que sí se podía. Eso nunca estuvo en duda. La realidad daba señales muy claras de que si la oposición lograba constituirse en mayoría, podría sin ningún obstáculo llegar al poder. La mitad de la torta que adhiere al proyecto nacional y popular está unida indisolublemente a la democracia, aunque no cree que la democracia forzosamente tenga que tener formas y contenidos liberales. Lo que había que detener a toda costa era una democracia representativa y popular.
La trampa del fraude jamás pasaría la prueba de la voluntad popular, sencillamente porque la esencia de esa voluntad es ella misma, es su propio volumen, que no se puede falsear. Claro que “se podía”, pero el problema es cómo se pudo, articulando qué fuerzas, haciendo qué concesiones, pagando qué costos contra el pueblo, haciéndoles lugar a qué intereses nacionales y extranjeros. El radicalismo que permanece en la UCR pagará con vergüenza ser parte de este proyecto antidemocrático que ha llegado para acallar voces, suprimir instituciones creadas por leyes votadas por mayorías indiscutidas, burlarse, en fin, de esa parte de su propio electorado que creyó desde alguna parte de su propia confusión que Macri podía representar a la clase media o incluso a los trabajadores. Macri ha llegado al gobierno pero son otros los que han llegado al poder. Dijimos mil veces que la vereda antagónica real de la Argentina, como la de medio mundo, enfrentaba a la democracia con las corporaciones. La política contra las finanzas. Y lo que “sí se pudo” fue vencer al kirchnerismo en las urnas, aunque el precio es haber renunciado a la política, incluso a la política opositora, incluso a la política liberal, para dar a luz un engendro gerencial a cuya sola luz es concebible que le pusieran la faja de clausura a la Afsca a las once de la noche de un 24 de diciembre, sin medios de comunicación presentes, con la cola de paja de quien actúa a la sombra de la ley. El sector militante de derecha del Poder Judicial no puede ponerse la careta. A ningún periodista de los grandes medios le llamó la atención ni vinculó al fiscal Stornelli, que imputó a Sabbatella y promovió el desalojo de la institución y dejó en suspenso una ley nacional, con Macri. Y Macri que decía en su modesto discurso inaugural que no quería una Justicia macrista. Y Macri que decía en ese mismo discurso que iba a defender la libertad de expresión.
Los que quieren preguntar, los soldados de Clarín y sucedáneos, podrán ahora hacerle conferencias de prensa al presidente todas las veces que quieran. Tendrán la fabulosa oportunidad de preguntarle cómo se lleva con Juliana, qué travesuras hace Antonia, qué alimento balanceado come Balcarce, cómo le fue en Villa la Angostura, o esas cosas tan relevantes para las instituciones de la Nación.
Mientras tanto, las voces críticas han sido acalladas o van en camino de serlo, de un modo desconocido para los argentinos, que en estos últimos doce años hemos convivido entre expresiones de todos los colores y todos los tonos, incluidos los mentirosos, los injuriantes y los cínicos. Dijeron lo que quisieron, y tuvieron pauta oficial. Ahora, a los canales privados se los aprieta con el levantamiento de pautas de ciudad, provincia y nación si ponen al aire contenidos no consensuados.
Una vez más, tal como lo hemos sostenido también durante el largo debate de la ley de medios que Macri avasalla poniendo en peligro el Estado de Derecho, hay que diferenciar a los medios de sus trabajadores. En ellos, en los que más allá de sus opiniones políticas está el discernimiento de lo que constituye una estafa informativa, reside una esperanza de racionalidad frente a este régimen que ya mostró su faz autoritaria, y que no se detendrá si no lo detenemos.
Sandra Russo

viernes, 25 de diciembre de 2015

Historia: El culto romano a Mitra y el origen de la Navidad cristiana

Mitra fue uno de los dioses solares más venerados que renacían en el solsticio de invierno. El culto de Mitra se difundió mucho más allá de Persia, su país de origen, y se extendió sobre todo en Roma, en Grecia, en Egipto y en Asia Menor.
Su fiesta, el solsticio de invierno, en Roma se llamaba Natalia Solis Invicti, o el “Nacimiento del Sol Invencible”. No es por casualidad que algunos de los ritos que lo rodean sean similares a los ritos judeo-cristianos que rodean a Jesús.
Mitra nació en una caverna Mitra un 25 de diciembre de una madre virgen. Vino del cielo y nació en tanto que hombre para redimir los pecados del mundo.
Era conocido como “El Salvador”, el Hijo de Dios, el Redentor, el Cordero de Dios… Con sus 12 discípulos viajó por países lejanos enseñando una doctrina de amor e iluminación para los hombres. Fue enterrado en una tumba de la cual resucita (acontecimiento que era celebrado alegremente todos los años…)
La fiesta de Brumales era una fiesta pagana dedicada al sol, llevada a cabo en el solsticio de invierno, fue sostenido por lo general el 25 de diciembre.
La fiesta de Saturnalia empezaba el 17 de diciembre y duraba 7 días, en honor a Saturno, el dios de la semilla y del vino. Tales fiestas tenían características muy similares a la que hoy conocemos como Navidad.
Al final de la Saturnalia, el 25 de diciembre, se celebraba el nacimiento del Sol —Natalis Solis Invictis (nacimiento del sol invencible) — personificado en el dios Mitra. Aunque el culto a Mitra tenía orígenes persas (el dios Mitra), se convirtió en la religión dominante en Roma, especialmente entre los soldados.

La Navidad cristiana reemplaza Natalia Solis Invictis

El emperador Constantino I había sido un seguidor fiel de las tradiciones paganas concernientes al dios Sol. Su conversión al cristianismo se debe a una supuesta visión que tuvo cuando vio una cruz frente al sol e iba con su ejército y escuchó una voz que le dijo «con este signo vencerás» (in hoc signo vinces, «con este signo vencerás»)
Esto fue motivo para llevar el símbolo de una cruz en su estandarte y ganar la batalla del Puente Milvio.

Saturnalia

La fiesta de Navidad empezó a celebrarse como una fiesta cristiana a partir de esa época, ya que anteriormente era imposible por motivo de las persecuciones religiosas que sufrió el cristianismo.
En el año 336 apareció por primera vez tal fiesta en el calendario romano, y gradualmente fue entrando en las tradiciones oficiales de la Iglesia cristiana, hasta que en el siglo V, queda ordenada oficialmente, eclipsando del todo a la fiesta del Sol invictus.
La práctica del mitraísmo, como la de todas las religiones paganas, fue declarada ilegal en el año 391 por el emperador Teodosio
La tradición de dar regalos navideños viene de los paganos romanos que tenían esa costumbre durante la fiesta de Saturnales, un festival en honor al dios Saturno.
También fue una fiesta de Año Nuevo, donde se daban regalos en nombre de los seres queridos que habían muerto en el año anterior. Los primeros exploradores y conquistadores romanos llevaron esta tradición a través de Europa, donde permaneció y se transmitió en la celebración de Navidad.
La Rueda del Año es a menudo simbolizada por la corona. Existe una amplia evidencia arqueológica para apoyar el hecho de que las guirnaldas se han utilizado de esta manera simbólica durante más de 4.000 años.
Su círculo no tiene principio ni fin, lo que ilustra que la Rueda del Año es también así, con cada cosa en su tiempo de volver a su punto de origen y desde allí viajar, una y otra vez. Coronas llegó a ser usado en la Navidad a través de la influencia de los paganos escandinavos que les colgaban en Yule (víspera de Año Nuevo) para conmemorar un nuevo comienzo del ciclo continuo movimiento de la vida.
La profusión de esta decoración en esta época del año es un resultado directo de la práctica pagana de la creación de estas coronas a partir de materiales naturales para decorar las casas y altares para celebrar el Año Nuevo.
El culto romano a Mitra y el origen de la Navidad cristiana.

jueves, 24 de diciembre de 2015

Salutación del Obispo Emérito Baldomero Martini



E-mail recibido que expresa textual:
Mis hermanos lo abrazo con mi Bendición  en el Niño Dios
Agradezco sus saludos y les deseo un Navidad con Cristo y Maria
Dios es Amor
+ Baldomero Martini
Obispo emérito