ROMA,
14 Ago. 15 / 09:17 pm (ACI).-
El
Papa Francisco envió una carta al Presidente del Servicio Sacerdotal de
Urgencia, una agrupación de sacerdotes disponibles a cualquier hora del día
para atender a las personas enfermas que soliciten ayuda.
“Me es grato
dirigirme a usted con el fin de apoyar y alentar la obra de misericordia que
desde hace 60 años realizan los voluntarios de la Federación de Servicios
Sacerdotales de Urgencia y Nocturno de la República Argentina en el territorio
nacional, en las diócesis y parroquias”, escribe el Pontífice en una carta con
fecha 27 de julio.
“Esta actividad
se ha extendido ya en Ecuador y en el futuro, si Dios quiere, puede llegar
también a otros países hermanos”, dice:
Francisco les recuerda el próximo Jubileo
Extraordinario de la Misericordia que dará comienzo el 8 de diciembre
(Solemnidad de la Inmaculada Concepción) y concluirá el 20 de noviembre de 2016
(Solemnidad de Cristo Rey).
El Jubileo “es una buena ocasión para intensificar
la colaboración entre los Pastores y los laicos en la misión de acudir con
afecto y asistir con ternura a los enfermos y moribundos”, escribe el Papa.
El Santo Padre solicita “que nuestras manos
estrechen sus manos, acercándolos a nosotros para que sientan el calor de
nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad”.
“No podemos escapar a las palabras del Señor según
las cuales seremos juzgados. Si dedicamos tiempo para acompañar al que estaba
enfermo o prisionero, sabiendo que en cada uno de estos ‘más pequeños’ está
presente Cristo mismo”.
Al final de la misiva, Francisco anima “a todos los
que ya realizan ese servicio o se sumarán al mismo y les pido que recen por
mí”.
El Servicio Sacerdotal de Urgencia funciona desde
hace años en Argentina y otros países. A través de un número de teléfono
reciben las necesidades de la gente y se desplazan hasta el lugar cuando son
requeridos.
Los presbíteros cuentan con la ayuda de un equipo
de laicos, a los que llaman «guardianes». Permanecen atentos a las necesidades
de la gente desde las diez de la noche hasta las seis de la mañana, para evitar
que interfiera en las actividades laborales que tiene cada guardián, ya que
esta actividad la realizan de manera gratuita.
La función del guardián es la de asistir al sacerdote
en lo que necesite y charlar con los familiares presentes dándoles consuelo y
alentándolos a aceptar la voluntad de Dios.
¡Ave María purísima!
Gracias por tu apoyo. Recemos unos por otros.
Unidos en el Corazón de la Sagrada Familia.
Fuente: ave-maria-purisima@googlegroups.com