El martes 4 de
febrero de 1992, un grupo de militares ejecutó un intento de golpe de Estado en
Venezuela contra el entonces presidente constitucional Carlos Andrés Pérez. La
intentona golpista no logró sus objetivos y los rebeldes se rindieron. Entre
los oficiales sublevados que comandaron esta maniobra se encontraban,
principalmente, cuatro tenientes coroneles del ejército: Hugo Chávez, Francisco
Arias Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos y Jesús Urdaneta.
Este evento
transformó radicalmente la vida política venezolana, introduciendo nuevos
actores en la escena: de estos cuatro protagonistas, el primero fue presidente
de la república desde 1999 hasta 2013; sin embargo, Arias también ha
incursionado en política: fue electo gobernador del estado Zulia, candidato
presidencial en 2000 -compitiendo con su propio excompañero Hugo Chávez-, ha
sido nombrado Embajador de Venezuela en la ONU, activista en la conformación del PSUV y
desde 2012 es nuevamente gobernador del estado Zulia. Acosta ha mantenido un
bajo perfil, mientras que Urdaneta se ha convertido en un crítico de las
políticas llevadas a cabo por el gobierno de Chávez.
Todos los participantes en esta acción fueron llevados a prisión por su
actuación en el hecho, siendo sus causas posteriormente sobreseídas y puestas
en libertad durante la presidencia de Rafael Caldera.