La
historia tiene acontecimientos que marcaron con alegrías y tristezas al pueblo
argentino, uno de ellos, es el fallecimiento de María Eva Duarte de Perón, “La
Abanderada de los Humildes”; todo un pueblo hace 63 años atrás lloró y enmudeció
de tristeza, su partida al cielo celeste y blanco junto a Dios, un 26 de julio
de 1952.
Biografía
de María Eva Duarte: Nació el 7 de mayo de 1919 en Los Toldos, Partido de
General Viamonte, Provincia de Buenos Aires, más conocida como Eva Perón o
Evita, fue una actriz y política argentina. Se casó con Juan Domingo Perón en
1945 y tras la asunción de este como Presidente de la Nación Argentina el año
siguiente, Duarte se convirtió en primera dama, Presidenta del Partido
Peronista Femenino, Presidenta de la Fundación Eva Perón y Jefa Espiritual de
la Nación.
De
orígenes humildes, migró a Buenos Aires a los quince años donde se dedicó a la
actuación, alcanzando renombre en el teatro, el radioteatro y el cine. En 1943
fue una de las fundadoras de la Asociación Radial Argentina (ARA), de la que
fue electa presidenta al año siguiente.
En 1944
conoció a Perón, entonces secretario de Estado del gobierno de facto, en un
acto de recaudación de fondos para las víctimas del terremoto de San Juan.
Ya casada
con Perón, participó activamente en la campaña electoral de su marido en 1946,
siendo la primera mujer argentina en hacerlo.
Impulsó y
logró la sanción en 1947 de la ley de sufragio femenino. Tras lograr la
igualdad política entre los hombres y las mujeres, buscó luego la igualdad
jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida con el artículo 39 de
la Constitución de 1949.
En 1949
fundó el Partido Peronista Femenino, el que presidió hasta su muerte.
Desarrolló una amplia acción social a través de la Fundación Eva Perón, dirigida
a los grupos más carenciados.
La
Fundación construyó hospitales, asilos, escuelas, impulsó el turismo social
creando colonias de vacaciones, difundió el deporte entre los niños mediante
campeonatos que abarcaron a toda la población, otorgó becas para estudiantes,
ayudas para la vivienda y promocionó a la mujer en diversas facetas.
Adoptó
una posición activa en las luchas por los derechos sociales y laborales y se
constituyó en vínculo directo entre Perón y los sindicatos.
En 1951,
para las primeras elecciones presidenciales con sufragio universal, el
movimiento obrero propuso a Evita, como la llamaba la población, como candidata
a vicepresidenta, sin embargo ella renunció a la candidatura el 31 de agosto,
conocido como el Día del Renunciamiento, presionada por las luchas internas en
el peronismo y la sociedad ante la eventualidad de que una mujer apoyada por el
sindicalismo pudiera llegar a vicepresidenta.
Debido a
un fulminante cáncer de útero, falleció el 26 de julio de 1952, a la edad de 33
años. Recibió honores oficiales siendo velada en el Congreso de la Nación y en
la central sindical (CGT), con un reconocimiento multitudinario sin
antecedentes en el país. Su cuerpo fue embalsamado y ubicado en la CGT.
La
dictadura cívico-militar autodenominada Revolución Libertadora secuestró y profanó
su cadáver en 1955, ocultándolo durante dieciséis años.
Escribió
dos libros, La razón de mi vida en 1951 y Mi mensaje en 1952 y recibió
numerosos honores.
Entre
ellos el título de Jefa Espiritual de la Nación, la distinción de Mujer del
Bicentenario, la Gran Cruz de Honor de la Cruz Roja Argentina, la Distinción
del Reconocimiento de Primera Categoría de la CGT, la Gran Medalla a la Lealtad
Peronista en Grado Extraordinario y el Collar de la Orden del Libertador
General San Martín, la máxima distinción argentina.
Se han
producido además numerosas películas, musicales, obras teatrales, novelas y
composiciones musicales sobre Eva Duarte de Perón.