Biografía
de Rogelio Yrurtia: Nació en Buenos
Aires el 6 de diciembre de 1879. Inició sus estudios artísticos con el escultor
Lucio Correa Morales, con cuya hija se casó posteriormente. A principios de
siglo, y becado por el Gobierno Nacional, viajó a Europa, radicándose en París.
Durante
breve tiempo asiste a las clases de la Academia Jlian, estudiando dibujo en la
Academia Colarossi; y siéndole imposible ingresar en la Ecole de Breaux-Arts
por dificultades de idioma, lleva sus trabajos realizados en Buenos Aires a un
profesor de dicho instituto: el escultor Jules Félix Coutan, quien se
constituye en su guía y maestro, en el transcurso de algunos meses.
Exaltado
por la voz de aliento de este mentor, Rogelio Yrurtia muy pronto se libera de
escuelas y academias para buscar en la obra su mensaje personal. Sin prisa reúne
las fructíferas experiencias que forman su acervo interior, en un trabajo
infatigable de 18 horas diarias, y poco tiempo después expone un torso en el
Salón de la Societé Nationale des Artists Francaises, que para Rodin, que la
preside, al igual que para la crítica de la época, no pasa inadvertida, siendo
comentada elogiosamente por la naturalidad del estilo y de los rasgos particularísimos
del tan joven escultor argentino.
En
1903 se presenta al mismo Salón, con el grupo Las Pecadoras, su
primigenia obra de resonancia, y que el crítico Camille Mauclair comenta así:
"Es escultura a lo grande. Nada hay aquí equivalente. El modelado, la
disposición de las figuras, se inspiran en la tumba de Philippe Pot y en los
Burgueses de Calais. Yrurtia es un artista de gran estilo, un pensador, un
conmovido y un muy impresionante escultor".
A
este juicio laudatorio se une el de Charles Morice: "Hay, sin embargo, en
los Campos Elíseos dos cosas bellas, seguramente las más bellas de los dos
salones reunidos. Es la obra de un escultor argentino absolutamente desconocido
hasta ahora, Rogelio Yrurtia: Las Pecadoras, un grupo de yeso. Hacía
tiempo que no se nos había proporcionado un placer artístico tan puro e
intenso".
Allí,
en un lirismo clasicista y romántico, se manifiesta cabalmente el plástico
captador de los multánime, que vuelca su yo enriquecido con experiencias
humanas, en la expresividad de su modelado. Y en esa misma época entra a formar
parte de la asociación "Les Arts Reunies".
Desde
entonces hasta 1910 expone regularmente en el Salón de la Societé Nationale en
Paría. En 1907 obtiene por concurso el Monumento al Coronel Dorrego, la
Municipalidad de Buenos Aires le encarga el Canto al Trabajo, en tanto
que el Jockey Club de la capital le encomienda la ejecución del grupo El
Poeta ante el Dolor Humano, obra que no realiza.
Instalado
en París, donde reside hasta 1921, participa con una maquette en piedra en el
concurso para el Monumento a la Independencia Argentina, abierto en ocasión del
Centenario.
En
una muestra individual vuelve a presentarse en 1911 en las salas de Witcomb, y
obtiene en ese mismo año el Gran Premio de Honor en la Exposición de Arte de
Barcelona, con la cabeza Serenidad.
Trabaja
obstinadamente; le urge ampliar los contenidos de las formas, obsedido por unan
visión plástica que le impele a refundir las lecciones precedentes en la propia
fuerza expresiva de su ideal de belleza. Así, en la ejecutoria magnífica de una
técnica refinada, define su doctrina estética, confiriendo a su talento creador
esa nobleza absoluta y segura que robustece con adquisiciones definitivas el
arte de su suelo natal.
Ya
en 1916, mientras comienza a trabajar en el Monumento a Rivadavia, que
obtiene sin concurso, funde su Canto al Trabajo, concurriendo también al
Salón Nacional de Buenos Aires.
En
los años 1925 y 1937 se le otorgan Medallas de Oro, en las exposiciones del
Círculo de Bellas Artes y en el Salón Municipal de Rosario, respectivamente; y
en 1939 concurre a la Feria Internacional de Nueva York y al Salón de Viña del
Mar (Chile), donde le otorgan el Premio de Honor.
Así
hasta el fin de sus días Rogelio Yrurtia va concretando su esquema del mundo.
Aunque su extrema vigilancia y su gran desvelo lo hayan vencido alguna vez de
fatiga, su obra es la de un artista de proyecciones universales, que enlaza con
la obra de los artistas de todos los tiempos por su inconfundible acento
personal, porque es distinta, y porque es la obra de un espíritu que sabe
gobernar sus movimientos con el arte necesario y providencial de los creadores
de la belleza.
En
su casa, convertida en Museo, cada obra nos habla de la posibilidad de un
idealismo y de su lógica con el lenguaje limpio de sus masas de grave y noble
plasticidad.
Fue
por sobre todo un artista argentino, pues amó a su tierra, sintiéndose
sólidamente arraigado en ella.
Desde
los días iniciales de su carrera quiso dejar en ella una obra perdurable. Por
eso se celebra en él a un gran artista y a un hombre de la generación de los
pioneros, a un fundador de su cultura. Fue profesor de la Academia Nacional de
Bellas Artes desde 1921 hasta 1923: miembro de la Comisión Nacional de Bellas
Artes, en 1921 y académico en 1939.
Sus
obras figuran en los museos de Moscú, Barcelona, Museo Nacional de Bellas Artes
de Buenos Aires, así como en los museos de La Plata, de Rosario y Santa Fé.
En
Buenos Aires están emplazadas las siguientes obras de Yrurtia: Canto al
Trabajo, 1922, Paseo Colón e Independencia; Monumento a Dorrego,
1926, Viamonte y Suipacha; Mausoleo a Rivadavia, 1932, Plaza Miserere; Monumento
al Dr. Castro, Hospital de Clínicas.
Falleció
en Buenos Aires el 4 de marzo de 1950.