El Instituto
Libre de Segunda Enseñanza fue fundado en 1892 por un grupo de hombres de
espíritu liberal y con amplia experiencia en la enseñanza secundaria o
superior. Antes, durante y después de sus actividades docentes, en el nuevo
colegio, ejercieron funciones eminentes al servicio de la República, dejando
rastros imborrables en su historia científica, política y social.
La casi
totalidad de los hombres que integraron el profesorado del Instituto Libre
vinieron del histórico Colegio Nacional de Buenos Aires, al cual renunciaron
colectivamente como reacción a la medida arbitraria del gobierno que culminó
con el alejamiento del Rector. Los hechos sucedieron así: con motivo de una
visita que efectuaba el Inspector General del Ministerio al Colegio Nacional de
Buenos Aires, un pequeño grupo de alumnos tuvo actitudes irreverentes para
dicho Inspector, que se había lanzado sin la compañía de autoridad alguna, por
un corredor, donde reinaba el bullicio del recreo.
Enojado y fuera
de sí, redactó un informe lanzando tremendos c argos. Pedía, entre otras cosas,
la destitución del Rector, doctor Adolfo Orma, un joven y brillante intelectual
argentino. Veinticuatro horas después el Poder Ejecutivo decretó la destitución
del doctor Orma, nombrando interinamente al propio Inspector con facultades
extraordinarias.
El Ministro de
Educación sorprendido en su buena fe firmó el decreto, y el Presidente Carlos
Pellegrini, que estaba enfermo, también lo hizo.
Tamaña
injusticia conmovió a la opinión pública y fue objeto de severas censuras por parte
de la prensa más prestigiosa del país. La ciudad vivió horas revolucionarias;
los estudiantes salieron a las calles y manifestaron su descontento por toda la
ciudad. La reacción del profesorado, en tanto, fue unánime. Reunidos en la casa
del Doctor Calixto Oyuela analizaron la situación creada y enviaron la renuncia
colectiva al Inspector General.
Las
consecuencias del conflicto fueron fecundas. Surgió ó un nuevo Colegio, libre
de las influencias oficiales, del ensayo continúo de planes, de los criterios
de los ministros, y de los cambios en la política nacional. En efecto, para
garantizar su autonomía se puso bajo la protección académica de la Universidad de Buenos
Aires. Y además, nació con el amparo de dos patriarcas: Bartolomé Mitre y
Vicente Fidel López, los fundadores de la Historia Argentina.
La idea de la
creación de un Instituto Libre pertenece al Profesor Calixto Oyuela, que, como
sabemos, era uno de los profesores renunciantes.
El plan de
estudios original fue redactado por el doctor Vicente Fidel López, quien junto
al General Mitre se ofrecen espontáneamente para dar clases en el Instituto.
Finalmente, en
la mañana del 16 de mayo y con la concurrencia del Consejo Directivo, del
Cuerpo de Profesores, de muchas personalidades, de padres de familia y de
alumnos matriculados se instaló el Instituto Libre de Segunda Enseñanza en la
calle Florida 756.
El Presidente
del Consejo, doctor Vicente Fidel López, abrió el acto en un discurso donde
dijo que aplaudía la iniciativa de la creación del Instituto y que presagiaba
óptimos resultados en la enseñanza de las materias preparatorias para el
ingreso en la
Universidad.
Como un acto de
estricta reparación y justicia se nombró Rector al doctor Adolfo Orma.
El gran
Presidente que fue Carlos Pellegrini y el eminente Ministro de Educación que
fue Balestra comprendieron después el error, que no fue de ellos sino del
malhumorado Inspector. Vieron con simpatía entonces, el nacimiento del nuevo
Colegio, que no dependía del Ministerio como el viejo Colegio Nacional Central,
sino de la Universidad
autónoma, apolítica y libre.