El 30 de enero de 1903 se crea el
primer colegio aborigen de Colonia Cushamén en la provincia de Chubut, Escuela
Provincial Nº 69, antes era la Escuela Nacional N° 15.
Este día llegó el primer docente,
que atendía a 50 alumnos. Esta escuela fue construida por la comunidad mapuche
en tierras donadas por ésta al Consejo Nacional de Educación. Se halla a 180 kilómetros al
norte de Chubut y, además de inglés, se enseña el idioma indígena.
Fue
primero una escuela albergue y después un internado. Durante muchos años tuvo
tan sólo un maestro para 50 alumnos. Ahora, sus noventa internos cuentan
con cuatro docentes de grado, tres especiales (jardinería, huerta y educación
física) y cinco talleristas (cerámica, hilado y tejido, soguería, repostería,
folclore y guitarra). En la actualidad además de inglés, se enseña el idioma
indígena.
Construida
en la estepa patagónica, el paisaje que rodea a la escuela, ciento ochenta
kilómetros al norte de Esquel y doscientos al sur de Bariloche, describe el
significado mapuche del nombre del lugar, Cushamén: “tierra
de soledad”. Es el paraje al que llegó la comunidad de
los Nahuelquir a fines del siglo XIX, cuando el general Julio Argentino Roca
les cedió esa cincuenta leguas en reconocimiento por la colaboración que un
joven cacique, Miguel Ñacuche, había brindado como baquiano en las tropas del
Ejército y en las comisiones encargadas de definir la frontera con Chile.
La
creación de la escuela les permitió a los hijos de los primeros habitantes
aprender a leer y escribir. Ahora se está tratando de recuperar el idioma y las
tradiciones mapuches, porque durante mucho tiempo en el mismo establecimiento
se les prohibió hablar su lengua. Hoy se izan las banderas argentina y mapuche
y se mantiene la identidad. Por ello los ancianos comenzaron las celebraciones
por los cien años con uno de los ritos de oración de la etnia, el nguiyatun,
para pedir especialmente por quienes colaboran con la escuela del poblado.
Su actividad educativa reconoce la existencia en
nuestro país de una sociedad pluriétnica, pluricultural y multilingüística,
tratando de reducir la tendencia social que niega la existencia de otros
pueblos y plantea la diversidad como un problema. Haciendo suyo el principio de
“que cada comunidad tiene el derecho humano de educarse, ejercer su propia
cultura, singularizarse y expresarse conforme a sus propios proyectos
históricos”. Por ello trabajan día a día en pos de recuperar su propia lengua y
con ella su identidad mapuche.