Los controles de tiempo en ajedrez nacen de la
necesidad de evitar que los jugadores tarden demasiado en reflexionar sus
jugadas, algo muy común hasta finales del siglo XIX. En partidas amistosas, el
ritmo de juego es normalmente acordado por los jugadores, que pueden decidir si
utilizan un reloj o no. En cambio en torneos oficiales el tiempo disponible
para cada jugador depende del tipo de torneo (normal, semirrápidas, ajedrez
activo, etc.) y es establecido por la organización del torneo. Un jugador puede
disponer de cierto tiempo para toda la partida, o para alcanzar un número de
jugadas establecido; además puede recibir o no cierta bonificación en tiempo
por cada jugada realizada. Si un jugador agota su tiempo o no es capaz de
realizar el número de jugadas asignadas, pierde la partida.
De acuerdo con la duración de cada partida, esta
puede ser:
- Partida Blitz o relámpago: aquella en la cual cada jugador dispone de un máximo de 15 minutos para toda la partida, o bien, todas aquellas partidas con incremento de tiempo por jugada en las que de la suma del incremento multiplicado por 60 y el tiempo inicial de reflexión no se obtenga una cantidad mayor de los 15 minutos.
- Partida rápida: aquella en la cual el tiempo para cada jugador está entre 15 y 60 minutos, o si se juega con incremento, aquella cuyo tiempo de reflexión inicial, más la suma del incremento multiplicado por sesenta, quede comprendida en ese intervalo. Normalmente este ritmo de juego se utiliza en desempates de torneos jugados con ritmo normal, y su tiempo se fija en 25 minutos.
- Partida estándar (ritmo clásico): aquella en la cual el tiempo de reflexión por jugador es mayor de 60 minutos. Este es el ritmo de juego más usado a nivel magistral. En torneos con gran cantidad de participantes, suele existir un control de 90 minutos por jugador más 15 segundos de incremento por jugada, mientras que en torneos de élite se asignan controles de tiempo para cierto número de jugadas, más un tiempo para el final de la partida. También se las denomina partidas de ritmo normal o lento.