Biografia de Laura Ana Merello:
El 11 de Octubre de 1904, en un conventillo de San Telmo, nacía una mujer que
fue ejemplo de lucha y superación, que luego de una infancia signada por las
carencias y el abandono llegó a ser la artista más
respetada del país, ese día llegaba al mundo "Tita Merello". Nacida
con el nombre de "Laura Ana Merello", prácticamente no tuvo infancia,
antes del año perdió a su padre victima de Tuberculosis, por lo que su madre la
internó en un instituto de menores.
Su niñez se vio marcada por el hambre,
las ausencias y el dolor, fue reducida a la servidumbre y jamás recibió una
caricia o un abrazo. A los 12 años su madre la lleva a vivir a la calle Corrientes
donde la ayudaba con su oficio de planchadora. Fue analfabeta hasta los 17 años
cuando un amigo de la familia, Simón Yrigoyen Iriondo le enseñó a leer.
Su primer trabajo en el espectáculo fue
como corista en el teatro avenida, pero la crítica la tildo de "fea"
y desafinada.
Todo se volvía en su contra, Carlos
Gardel la escuchó cantar tangos y habló muy mal de ella, el mundo se
desmoronaba. Cuando parecía destinada a shows picarescos semi pornográficos
para los cánones de la época, todo cambió.
Libertad Lamarque le pidió que la
reemplazara en sainete "El conventillo de la paloma", su actuación
fue memorable, había encontrado una puerta en el mundo del teatro.
El éxito hizo que ambas fueran
convocadas para la primera película sonora Argentina, "¡Tango!".
Acompañó a Francisco Canaro con su obra
"La muchacha del centro", un suceso con casi mil representaciones.
Se reinventó como cantante de tango y se
lució con su actuación dramática en la película "La fuga", cinta que
se perdió en los incendios de la distribuidora "Alex".
El mundo del teatro y del cine se rindió
a sus pies, convertía en oro todo lo que tocaba. Cuando se estreno "Buenos
Aires de hoy y de ayer" su interpretación de la milonga "Se dice de
mi" fue considerada sublime, ella decía que le resultó fácil porque
hablaba de ella.
Luego de filmar durante años en México
regresó a la Argentina convocada por Atilio Mentasti que la nombró para los
mejores papeles de su vida. Sus tres películas consecutivas "Dios se lo
pague", "Historia de una mala mujer" y "Don Juan
Tenorio" la convirtieron en una estrella internacional.
La caída de Perón la colocó en las
listas negras militares por lo que se exilió en su amado México donde continuó
su brillante carrera.
En los '60 regresó al país donde fue
recibida con infinidad de propuestas cinematográficas y musicales.
Los años '80 la situaron en la
televisión con shows musicales y columnas de opinión y anécdotas de su vida.
Poco a poco se fue alejando de la vida
pública y solo aparecía en público para alguna nota con tintes de homenaje.
Cuando se le
diagnostico Cáncer de mama con metástasis cerebral, decidió no hacer ningún
tratamiento y enfrentar su destino, falleció en la Fundación Favaloro el 24 de
Diciembre de 2002.