Biografía de Juana Azurduy de
Padilla: Nació el 12 de julio de 1780 en el cantón de totora en las cercanías
de Chuquisaca. Eso no era nacer en cualquier lugar ya que dicha ciudad, que
también recibía los nombres de La
Plata o Charcas, era una de las más importantes de la América española.
Pertenecía al Virreinato del Río
de La Plata
desde 1776, igual que el resto del Alto Perú, y en ella residían nada menos que
la Universidad
de San Francisco Xavier, la
Audiencia y el Arzobispado.
Tuvo una infancia feliz donde
aprendió Quechua y Aymara, ya en su adolescencia, perdiendo a sus padres don
Matías Azurduy y doña Eulalia Bermúdez, se volvió conflictiva para su tía
conservadora y fue enviada a un convento.
En el convento tuvo una actitud
desafiante y clandestinamente organizaba reuniones donde aprendían la vida de
Tupac Amarú y otros personajes que se revelaron contra los españoles. A los 8
meses de su internado es expulsada y regresa a su pueblo natal.
En Chuquisaca conoce a Melchor
Padilla, conocedor de los pueblos indígenas, su hijo Manuel Padilla se hace
amigo de ella y finalmente se casan, teniendo cuatro hijos victimas del
Paludismo. Las ideas de la revolución francesa eran afines en ambas personas, y
él forma parte de la rebelión criolla en contra de los españoles en 1809,
comandando a los indios Chayanta.
Restaurado el poder colonial
Padilla es perseguido y su mujer expulsada de sus propiedades.
Azurduy y su esposo, Manuel Ascensio Padilla, se sumaron a la Revolución de Chuquisaca que el 25 de mayo de 1809 destituyó al presidente de la Real Audiencia de Charcas, viendo morir a sus cuatro hijos y combatió embarazada de su quinta hija.
Azurduy y su esposo, Manuel Ascensio Padilla, se sumaron a la Revolución de Chuquisaca que el 25 de mayo de 1809 destituyó al presidente de la Real Audiencia de Charcas, viendo morir a sus cuatro hijos y combatió embarazada de su quinta hija.
El 2 de Agosto de 1814 Juana
Azurduy, de 9 meses de embarazo conquistó el cerro Carretas, matando al oficial
a cargo español y tomando el sangriento estarte realista. Inmediatamente
comienzan sus contracciones y da a luz en el campo de batalla donde nace su
cuarta hija.
Azurduy lideró la guerrilla que
atacó el cerro de Potosí, tomándolo el 8 de marzo de 1816.
Debido a su actuación, tras el triunfo
logrado en el combate de El Villar recibió el rango de teniente coronel por un
decreto firmado por Juan Martín de Pueyrredón, Director Supremo de las
Provincias Unidas del Río de la
Plata, el 13 de agosto de 1816. Tras ello, el general
Belgrano le hizo entrega simbólica de su sable.
En 1816 recibe el visto bueno del
Director Pueyrredón para que Güemes la designe Teniente Coronel con permiso de
usar el uniforme militar, el mismo año fue herida en Viluma, su marido acudió a
rescatarla y en este acto fue herido de muerte.
La cabeza de su esposo fue
exhibida por meses en una plaza pública y el 15 de mayo de 1817 Juana al frente
de cientos de indios la recuperó.
Por tres años siguió con estas
tácticas hasta la muerte de Güemes en 1821.
Con las expediciones Argentinas
del Ejército del Norte Juana ofrece tropas de ayuda al ejército de Güemes estos
logrando gran admiración entre los argentinos a tal punto de recibir de propias
manos del Gral. Belgrano el sable del poder argentino como símbolo de
reconocimiento.
Fue una líder revolucionaria que combatió en la Guerra de Independencia Hispanoamericana en el Alto Perú.
Fue una líder revolucionaria que combatió en la Guerra de Independencia Hispanoamericana en el Alto Perú.
El cambio de planes militares,
que abandonó la ruta altoperuano para combatir a los realistas afincados en el
Perú por vía chilena, disminuyó el apoyo logístico a la guerrilla comandada por
Azurduy, que se replegó hacia el sur, uniéndose finalmente a Martín Miguel de
Güemes.
Con sólo enviar esas tropas al
Alto Perú y estacionarlas en Potosí -como señalaron Belgrano y San Martín, se
preparaba el cruce de los Andes, el pueblo boliviano habría sido salvado de
sufrir lo indecible.
Juana Azurduy es la revolución,
es el pueblo en armas, son las mujeres del pueblo en armas, que pelean junto a
los hombres, igual o mejor que ellos, que los mandan.
Mujeres y hombres que destruyen
ejércitos completos, superiores en número y armamento.
Armados con hondas, macanas,
lanzas, boleadoras, a fuerza de coraje y fiereza. Coraje y fiereza que dan la
decisión de luchar hasta el fin por la libertad, por la justicia contra la
opresión y el sometimiento de los semejantes.
Luego del asesinato de su esposo
y de varios de los principales jefes guerrilleros, Juana bajó a Salta y
combatió junto a Güemes, quien la protegió y le dio el lugar correspondiente.
Luego del asesinato de Güemes en
1821, Juana entró en una profunda depresión.
En 1825 solicitó auxilio
económico al gobierno argentino para retornar a Chuiquisaca.
La respuesta del gobierno salteño
resultó indignante, apenas le otorgó ‘50 pesos y cuatro mulas’ para llegar a la
‘nueva nación de Bolivia’. Tras el fallecimiento de la guerrillera de
la libertad.
Pasó varios años en Salta
solicitando al gobierno boliviano, ya independiente, sus bienes confiscados.
El mariscal Antonio José de Sucre
le otorgó una pensión, que le fue quitada en 1857 bajo el gobierno de José
María Linares. Murió indigente el día 25 de mayo de 1862 próxima a cumplir 82
años, en el más absoluto ostracismo y miseria, murió “Juana de América”.
Sus restos fueron exhumados 100
años después, para ser guardados en un mausoleo que se construyó en su
homenaje.
Homenajes que se le hicieron: Los homenajes que se le hicieron a doña
Juana Azurduy de Padilla Fueron varios pero entre los más trascendentales y
redimibles tenemos:
Una cueca escrita por el
historiador Félix Luna y musicalizada por Ariel Ramírez honra el accionar de
Azurduy.
Su personaje en la película
de Leopoldo Torre Nilsson Güemes: la tierra en armas fue protagonizada por
Mercedes Sosa.
El Ejército Argentino ha
nombrado al Regimiento de Infantería de Monte N° 28, con sede en Tartagal en la Provincia de Salta, como
Teniente Coronel Juana Azurduy.
En Bolivia, la provincia Juana Azurduy de Padilla lleva su nombre.