La cultura y las
letras dan un amplio universo de expresiones, tradiciones y costumbres
especiales que acompañaron a nuestros abuelos en sus lecturas, aquí un artículo
cultural referido a un libro muy celebre que nos leían nuestros padres.
CulturaAlicia celebra su 150º (no) cumpleaños
El relato de Lewis Carroll cumple 150 años desde su primera publicación y no deja de suscitar interpretaciones. Entre las especulaciones sobre el significado del libro, está la atracción sexual del autor por las niñas: sus admiradores lo descartan por completo mientras que otros lo tildan de pedófilo.
Alicia,
el conejo y el sombrerero en una merienda de locos.
Hace
150 años que la editorial MacMillan publicó por primera vez el libro Alice's
Adventures in Wonderland (Alicia en el país de las maravillas)
firmado por un tal Lewis Carroll. Éste -hoy sí lo sabemos- era el seudónimo del
reverendo Charles Lutwidge Dodgson y en sus páginas se plasmaba el cuento que
en una tarde de verano de 1862 contó a las tres hermanas Liddell. Alicia,
su Liddell favorita, le pidió que lo escribiera sin saber que su solicitud
haría historia.
El
libro se convirtió en un bestseller inmediato. Tanta fue su fama que
la reina Victoria pidió que le trajeran todo lo que había escrito el autor.
Para su decepción, se encontró con un montón de textos sobre matemáticas, que
era la otra pasión de Carroll, no compartida por la monarca. 150 años más tarde
sigue siendo uno de los libros más amados del planeta.
Las
celebraciones del aniversario de la presentación de Alicia en sociedad han sido
y serán numerosas durante este año, especialmente en Gran Bretaña, su lugar de
nacimiento. Los honores van desde la colección de sellos del servicio de
correos Royal Mail ilustrada por Graham Baker-Smith hasta las actividades
programadas en Londres por el grupo de teatro Les Enfants Terribles [a
partir del 9 de abril] o la reedición del libro en 3D por Walker Books.
En
España también se ha hecho una fiesta literaria de cumpleaños. Fue el fin de
semana pasado en Barcelona dentro del festival Kosmopolis, que incluyó un
bloque temático dedicado a la obra de Carroll. El escritor argentino-canadiense
Alberto Manguel se centró, en su conferencia Alicia y los sueños de la
razón, en la perspectiva de la protagonista como persona subversiva.
“Alicia tiene la valentía de ponerse en pie y se niega a ir contra sus
convicciones. Gracias a esa decisión se le permite despertar (...) Alicia
imagina una versión diferente de quien quiere ser”, afirmó Manguel. Asimismo el
ponente declaró que “Alicia no se lee igual que otro libro para niños” y
reflexionó sobre el país de las maravillas: “Quizás sea el estado de la razón
perfecta”.
Sin
duda el punto fuerte de la temática ‘carroliana’ fue la visita de la bisnieta
de Alicia Liddell, Vanessa Tait, quien publicará el libro The Looking Glass
House en junio (de momento, sólo en inglés). La escritora conversó con
Malcolm Otero acerca de lo que suponía ser la descendiente de una figura tan
notable: “Cuando tenía 7 años y me preguntaban sobre mi bisabuela no sabía qué
responder y no me gustaba”, aunque después confesó, entre risas, que cuando se
convirtió en adolescente lo utilizaba para gustar a los demás.
También
explicó que, para la construcción de los personajes de su libro (basado en la
vida de su predecesora narrada a través de Miss Prickett, su institutriz), se
documentó a través de cartas y fotografías a las que accedió a través de su
familia, además de estudiar durante una década sobre la época victoriana. “En
el libro hay parte de ficción, al fin y al cabo es una novela”.
Las mil
interpretaciones de Alicia y su viaje
El
siglo y medio durante el que esta niña lleva persiguiendo al conejo blanco es
casi el mismo que otras personas llevan dedicado a especular sobre el verdadero
significado del libro y demás aspectos relacionados. Uno de ellos es la
atracción sexual del autor por las niñas: sus admiradores más férreos descartan
por completo dicha teoría mientras que otros lo tildan directamente de
pedófilo, basándose en fotografías y escritos descubiertos en sus documentos
póstumos.
La
editorial La Felguera publicó en 2013 el volumen El hombre que amaba a las
niñas, una extensa colección de cartas que seguramente Carroll hubiese
preferido que nunca hubiese salido a la luz. Sin embargo, tanto Manguel como
Tait piensan que la predilección de Carroll por las jóvenes prepúberes nunca
traspasó el ámbito de sus pensamientos. “Creo que estaba muy reprimido [debido
también a la inflexible época victoriana] y que sí tenía fascinación por las
niñas. Pero, para mí, esa atracción nunca traspasó barreras”, expuso Tait.
Además explicó que su bisabuela siempre habló bien del escritor incluso cuando
se hizo mayor.
Más
allá de las inclinaciones de Carroll, el personaje de Alicia se ha
sexualizado en diferentes ocasiones. En su primera adaptación al cine
[una película de 12 minutos estrenada en 1903 y también proyectada en Kosmopolis]
la protagonista no es una niña sino una mujer. No es que el filme sea un hito
del erotismo, sino que el simbolismo está más bien en la edad.
En
la novela gráfica de Adam Moore dibujada por Melinda Gebbie, Lost Girls,
Alicia vive aventuras explícitamente sexuales junto a Dorothy (El Mago de
Oz) y Wendy (Peter Pan). Y sobre el cómic manga Alice in
Sexland de Mashumaro Jyuubaori poco más hay que explicar.
Además,
en la película de Tim Burton de 2010 no sólo es que Alicia sea adulta sino que
su vestido va un poco más allá de los límites del decoro de la época
victoriana. Para Manguel dicha película es una de las peores que se han hecho
sobre el libro: “Tim Burton se piensa que es mejor que Carroll y cree que
necesitamos interpretaciones freudianas sobre el cuento”. Según su opinión, la
mejor adaptación a la gran pantalla ha sido la de Disney ya que “respeta la
lógica de Carroll”.
Las
drogas son otro elemento de interés para los innumerables analistas
del libro. La teoría de que el autor consumió algún tipo de alucinógeno (el
opio era bastante popular en aquellos tiempos) ha suscitado numerosas
discusiones, especialmente durante la década de los 60 cuando el uso de LSD y
demás drogas psicotrópicas estaba muy extendido. Estas provocaban sensaciones
parecidas a las que Alicia siente en el relato.
Los
biógrafos de Carroll cuentan que éste sufría de migrañas y puede que las
intentase aliviar con láudano, pero la mayoría rechaza la teoría de que el
autor estuviese colocado cuando escribió el libro, negativa que Manguel y Tait
también apoyan. Pese a todo, los supuestos viajes mentales de Alicia inspiraron
a muchos grupos de la época que utilizaron el personaje para
inspirarse como Jefferson Airplane (White Rabbit) o The Beatles (I’m
The Walrus). Alicia siguió siendo la musa de muchos músicos en las décadas
posteriores como Tom Waits (Alice), Gwen Stefani (What You Waiting
For?) o Aerosmith (Sunshine), por nombrar sólo a algunos de
ellos. Eclecticismo no falta.
Las
influencias del personaje en otras obras también se mencionaron un par de veces
en Kosmopolis. Además de la evidente en Vanessa Tait, Manguel comentó en su
conferencia que “se compara a Alicia con Holden Caulfield, protagonista de El
guardián entre el centeno, aunque cuando leí Nada, de Carmen
Laforet, también la relacioné”. Cada cual encuentra a Alicia en su propia
madriguera.
Fuente:
eldiario.es (25-3-2015)