Saint-Michel
vuelve a ser una Isla
"La marea
del siglo" es un fenómeno espectacular que tiene lugar en la costa oeste de
Francia en la que cada 18 años el mar se retira hasta perderse de vista antes
de regresar muy deprisa en una marea más alta de lo normal.
El
primer destino turístico de Francia fuera de la región parisina vivirá este fin
de semana la llamada marea del siglo, un espectáculo natural que se produce
cada dieciocho años en la costa atlántica francesa.
El monte
Saint-Michel, un imponente promontorio de granito en el centro de una
bahía del noroeste francés, recibe la llamada marea del siglo,
que elevó las aguas del Atlántico 14,6 metros de altura y ofreció una
espectacular estampa de ese célebre enclave turístico.
La
marea creció el equivalente a un edificio de cuatro pisos de altura y,
por primera vez en el siglo XXI, ha sumergido completamente la pasarela
que conecta la costa con el monte Saint-Michel, clasificado
como patrimonio de la humanidad por la Organización de la ONU para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) desde 1979.
Se
trata de un fenómeno que se repite en ciclos de unos dieciocho años y
medio y que deja completamente rodeado de agua el emblemático pueblo
medieval, una península con falsa apariencia de islote coronada por una abadía
situada a 170 metros por encima del nivel del mar.
La llamada marea
del siglo, que no regresará hasta marzo de 2033, responde a la inusual
alineación del Sol y la luna, cuyas masas atraen excepcionalmente las aguas en
la misma dirección, funcionando como una suerte imanes sobre los mares. Y ante
tal espectáculo, miles de curiosos han llegado ya hasta este enclave en
la costa oeste gala.
El
espectáculo marino y geográfico atrajo a la región a decenas de miles de
curiosos, que se acercaron en la hora señalada a disfrutar del baile de aguas
marinas. El viernes ya se habían reunido unas 10.000 personas.
El sábado, solo en la cercana Saint-Malo se contaron 20.000 personas,
según la delegación del Gobierno. La Oficina de Turismo de Pontorson, a
diez kilómetros del popular enclave, indicó a la cadena France 3 que el
fenómeno traerá «una marea humana incluso más importante que la del Tour de
Francia», que visitó el municipio en julio del 2014.
El pueblo
ha colgado el cartel de completo, algunas habitaciones incluso hace
meses, en lo que no es más que el inicio de una temporada turística que se
anuncia «excepcional», según analizó en el diario Le Figaro un
portavoz de Odalys Vacances, el segundo mayor operador de residencias turística
de Francia. «Además de la marea del siglo del 21 de marzo, habrá
otras cuatro fecha en las que la marea será también excepcional: el 19
de abril, el 31 de agosto, el 29 de septiembre y el 28 de octubre»,
recuerda el especialista en turismo, que augura una mayoría de franceses, pero
también una significativa afluencia de británicos, belgas y holandeses durante
la temporada.
El punto
álgido de la crecida se produjo a las 20.03 hora local del sábado, con
un coeficiente de 119 en una escala de 120 puntos, según el Servicio
Hidrográfico y Oceanográfico de la Marina (SHOM). El máximo del año pasado fue
de 115 puntos. Si durante todo este primer fin de semana de la primavera
europea la pleamar resulta extraordinaria, no lo es menos la bajamar,
que en solo seis horas dejará sin agua planicies habitualmente sumergidas.
Además
de contemplar el magnífico paisaje salpicado de improvisados islotes, se puede
disfrutar de la marea del siglo recogiendo moluscos y
crustáceos de la arena de las playas cercanas a esa joya arquitectónica de la
Baja Normandía francesa. Chirlas, gambas, navajas, mejillones, tortugas... y
langostas, para los más afortunados, quedarán a merced de una legión de
aficionados a la pesca a pie, que patrullarán la despejada costa perpetrados
con guantes y botas de goma, cuchillos y cestas de pesca.
El
fenómeno, que también dejará paisajes deslumbrantes en otros puntos de
Normandía y Bretaña, ha generado importantes ingresos turísticos para la región
donde se encuentra el monte Saint-Michel, que cada año
visitan más de tres millones de personas y solo aventajan en Francia la ciudad
de París y el Palacio de Versailles.
El
asombroso espectáculo es también una excelente oportunidad para proyectar
una idílica imagen exterior de Francia, uno de los ejes que quiere
reforzar la diplomacia francesa, cada vez más implicada en desarrollar
económicamente la marca del país. Por eso no se perderán el espectáculo
marino en vivo los ministros franceses de Exteriores y Defensa, Laurent Fabius
y Jean-Yves Le Drian, respectivamente, que invitarán al Monte
Saint-Michel a sus homólogos italianos, Paolo Gentiloni y Roberta
Pinotti, aprovechando una reunión en la cercana Caen para tratar sobre Ucrania,
Libia y la lucha antiterrorista.
Fuente:
La Voz de Galicia (21 de marzo de 2015)
Video turístico: https://www.youtube.com/watch?v=_PhFkGI9_-Y