CLUB SOCIAL SAN JUSTO
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jueves, 4 de septiembre de 2014

La Selección de Futbol Argentina gano en Alemania

Notas periodísticas de nueva era de Martino como DT de la Selección de Futbol.
Con la impronta de Martino, un futuro optimista para la Selección
El Tata impuso su filosofía desde el primer día y el equipo respondió con una goleada ante Alemania en Düsseldorf.
Pese a que contaba con un solo entrenamiento y que enfrente tenía al campeón del mundo, Gerardo Martino le impuso su impronta al debut como técnico de la Selección argentina.
Lo más lógico, al menos lo más prudente, hubiera sido repetir la estrategia de la final del Mundial, sus trazos gruesos aunque sea, para minimizar los riesgos y empezar de a poco. Pero el Tata apostó más fuerte: les tiró a sus nuevos jugadores los enunciados de su filosofía y les dijo algo así como "arrancamos hoy".
Es cierto que Martino cuenta con una materia primera envidiable: la calidad y la capacidad de adaptación del futbolista argentino de elite. También es innegable que Alemania ayudó. Primero, presentando un equipo que en nombres poco y nada tenía que ver con el que se consagró en Brasil. Estuvo Neuer, pero el resto de la defensa fue nueva, sólo"sobrevivió" Höwedes, aunque en una posición distinta, que en realidad es la suya, zaguero central. Sí estuvieron en el medio Schürrle, Kramer y Kroos. Y en el ataque regresó Reus, ausente por lesiónen el Mundial. Pero faltaron Lahm, Boateng, Hummels, Schweinsteiger, Klose y Götze y Müller ingresaron cuando el encuentro estaba 4-0.
En Argentina faltó Messi, pero compensó Di María con una actuación deslumbrante. En fin, fue un amistoso raro que no debería usarse como chapa para colgarse un "goleamos de visitante al campeón del mundo", pero sí para mirar el futuro con optimismo.
Martino no se conforma con heredar un equipo armado y un grupo fuerte. Le quiere dar su toque personal. Es decir: que el arquero participe más con los pies en la salida, que la pelota circule por abajo, que se meta presión alta, como se dice ahora, que no es otra cosa que presionar en la salida del rival y jugar unos metros más adelante. Todo eso a partir de un 4-3-3 que se flexibiliza pero que como referencia tiene dos delanteros abiertos, como lo fue Di María con un resultado espectacular.
Le puede hace bien Martino a esta Selección. Porque va a estar menos pendiente de lo que plantee el rival y va a apostar con más decisión a lo que pueda producir en la ofensiva. Al menos esa es la intención y es saludable.
Por Adrián Maladesky, enviado especial.

Di María fue Messi en el debut de Martino

El jugador del Manchester United hizo un gol y dio tres asistencias en una actuación sensacional
La Selección superó la ausencia del crack en el primer partido del nuevo técnico. Argentina se tomó una pequeña revancha de la final del Mundial y goleó a Alemania. Ya se empiezan a notar algunas de las ideas ofensivas del DT.
Fue como si invitaran a un pibe de 17 años a un cumpleaños con todos chicos de 11 y -en el fulbito- el de 17 los gambetea una y otra vez, les sirve tres goles a los demás, convierte el suyo con un lujo y después se va a comer la torta mientras el cumpleañero sigue llorando desconsolado en un rincón.
Así jugó Di María en Düsseldorf y ése fue su regalo de bienvenida para el Tata Martino. Contextualicemos: Alemania preparó su fiestita, con regalos para Lahm, Klose y Mertesacker, con las cuatro estrellas (una por cada Mundial ganado) por todos lados, con 50 mil personas dispuestas a aplaudir... Pero cometió un error: invitó a Di María y a la Selección Argentina. Y otro más: presentó un equipo que nada tuvo que ver con el que ganó en Brasil, en juego y en nombres (apenas cuatro titulares también lo fueron en la final).
Del otro lado faltaba Lionel Messi, pero estaba Di María, que lejos de hacerle honor a su nombre fue un demonio. Participó en los cuatro goles: hizo uno (definición de lujo) y sirvió los otros tres. ¿Qué hubiera pasado con este Di María en la final del Mundial? Fue tan inverosímil su actuación de anoche como lo sería pensar que en una final podría tener tantos espacios y tantas facilidades.
Es que fue un partido incomparable con aquél. Abierto, sin estrés, casi ni se gritaron los goles... En ese marco el principal acierto del técnico debutante fue hacer jugar a Di María donde más lastima: como delantero neto. Y desde los 15 minutos, cuando Di María se pasó a la derecha (con Lamela del otro lado) empezó el festival. El nuevo jugador del Manchester United fue imparable y simplificó cualquier análisis: es imposible hablar del partido sin empezar por él. La contracara, y una de la explicación del resultado, fue el delantero alemán Mario Gomez. Di María hizo todo bien y Gomez, frente al arco de Romero, hizo todo mal.
Pero volvamos a Martino. El técnico tuvo la audacia de plantarse ante el campeón del mundo con un esquema bastante ofensivo (un flexible 4-3-3), una intención mafiesta de salir jugando (en los primeros minutos Romero jugó más con los pies que en todo el Mundial de Brasil) y la idea de meter una presión alta en varios momentos (hasta Biglia apretó a Neuer en un par de oportunidades). Todo un manual de estilo del nuevo entrenador. Después de la conferencia de prensa, Martino destacó “la valentía” de sus jugadores para arriesgar con la pelota pese a tener un solo entrenamiento bajo su conducción. El elogio, sin dudas, fue merecido.
Lo más positivo entonces fue la descomunal actuación de Di María, como delantero, arrancando desde derecha y haciendo desastres con la diagonal. Por eso, de acá en adelante vuelve a plantearse el desafío de encontrar un funcionamiento que incluya a los cuatro de arriba o tomar una decisión dejando a alguno afuera. Hoy, Messi y Di María aparecen como los únicos indiscutibles en el sector.
También fue positivo el ingreso de Erik Lamela, quien aportó frescura con la pelota y un golazo, y que demuestra que se abre la puerta para otros nombres en eset nuevo ciclo. Y hay que destacar la seriedad del equipo para jugar en cualquier lado.
Entre lo negativo, el sector central de la defensa dejó demasiadas dudas, tanto en el manejo de la pelota como en la zona de la cancha donde decidio plantarse, permitiendo que Alemania jugara demasiado cerca de Romero y que generara muchas situaciones de peligro, algunas clarísimas, absurdamente desperdiciadas por Mario Gomez.
Lo insólito del partido fue que a los cuatro minutos del segundo tiempo Argentina le ganaba 4-0, de visitante, al campeón del mundo. Entonces se escucharon silbidos. Después Alemania decoró con un poco de honor el resultado hasta llevarlo al 4-2 final. Di María, claro, ya se había cansado de gambetear a todo el mundo y de arruinar una fiesta a la que no lo van a volver a invitar.
Por Adrián Maladesky, enviado especial.
Fuente Diario Clarín http://www.clarin.com/deportes/edicion-impresa/Di-Maria-Messi-debut-Martino_0_1205879514.html