Abuelas reveló la historia
del nieto recuperado 116
En el Día de los Derechos Humanos, las
Abuelas de Plaza de Mayo revelaron la historia del hijo de Ana Rubel y Hugo
Alberto Castro quien recuperó su identidad el jueves pasado: "Como ya es
de público conocimiento, el jueves 4 de diciembre último el joven que dos meses
antes se había presentado en Abuelas de Plaza de Mayo con dudas sobre su
identidad supo que efectivamente era hijo de desaparecidos".
"Fue un deseo expreso del nuevo nieto cumplir con este
rito de la conferencia de prensa para dar a conocer la restitución de su
identidad, ya que para él es sumamente importante que se difunda que hasta que
no saber que no era hijo de quienes lo criaron, nunca sospechó que podía ser
uno de los casi 400 nietos que estamos buscando", anunciaron desde la entidad.
Las abuelas reforzaron la importancia de que quienes tienen
dudas se acerquen a la organización: "Esperamos de corazón que esta
noticia empuje a quienes cuentan con datos sobre nuestros nietos, a romper el
silencio. La verdad, lejos de causarles un daño, los hace libres".
La historia
"El jueves último, la Conadi informó el resultado al
joven que recibió la noticia con alegría y tranquilidad, pudo contactarse con
su familia y visitó nuestra sede para brindar como en cada restitución",
anunciaron desde Abuelas.
Ana Rubel, la madre, nació el 27 de julio de 1949 en
Resistencia, Chaco. Estudiaba Ciencias Económicas y trabajaba en el Laboratorio
Bagó. Hugo Alberto castro, el padre, nació el 1 de septiembre de 1951, en San
Isidro. Era maestro mayor de obras y estudiante de Arquitectura. Ambos
militaban en las FAL.
Hugo fue secuestrado el 15 de enero de 1977 en la vía
pública cuando iba en su auto. Dos o tres días después, miembros del Ejército
detuvieron a Ana en su domicilio de Villa Crespo. La pareja permaneció en algún
centro clandestino de detención dependiente de esa fuerza hasta que Ana fue
trasladada a la ESMA, donde dio a luz a su hijo sietemesino con un peso de
menos de dos kilos. Las sobrevivientes Sara Solarz de Osatinsky y Alicia Milia
presenciaron el parto que fue atendido por un médico de la ESMA. El niño fue
separado de su madre y apropiado.
La búsqueda
Se trata de un caso muy particular, dado que durante muchos
años se sabía que el hijo de Hugo Castro había sido apropiado luego de que su
mujer diera a luz en la ESMA, pero faltaba la información acerca de quién era
ella. Recién en 2000, por una investigación de la Comisión Nacional por el
Derecho a la Identidad (Conadi) y las declaraciones de los sobrevivientes de la
ESMA quedó confirmado que la mujer mencionada en las denuncias como "Ana
de Castro" era Ana Rubel de Castro. Fue entonces que la hermana de Ana,
Perla Rubel, se comunicó con su prima Delia Susana Horowitz, quien había sido
la última persona en estar con ella antes de que la secuestraran. Delia le
ratificó que ese día, 17 de enero de 1977, Ana le había contado que estaba
embarazada.
Como los padres de Ana
ya habían fallecido, a pedido de Abuelas se realizó la exhumación de sus
cuerpos para obtener material genético e incorporarlo al Banco Nacional de
Datos Genéticos (BNDG). De esta manera, en 2008 pudo completarse el perfil del
grupo familiar Castro-Rubel.
El hijo de Ana Rubel y
Hugo Castro decidió indagar sobre su identidad en agosto de este año. Fue a los
pocos días de conocerse la restitución de Ignacio Guido Montoya Carlotto,
cuando una persona cercana a la familia que lo crió se animó a confesarle que
no era hijo de quienes decían ser sus padres. Él nunca había dudado de su
identidad ni había sospechado que podía ser hijo de desaparecidos. Esa
información, que le ocultaron durante 37 años, permitió la semana pasada
encontrarse con su verdad y su familia.
Cuando el nieto se enteró de esto, el hombre que lo crió le
confesó que se lo entregaron en el Hospital Pedro Elizalde. Le contó que dos
personas entraron con un bebé prematuro en brazos y, como nadie lo reclamaba,
se lo quedó y lo inscribió como hijo propio.
Con esta información, el hijo de Ana y Hugo se acercó a
Abuelas de Plaza de Mayo el 16 de octubre último para comenzar la búsqueda
sobre su origen. Fue recibido por miembros del equipo de Presentación
Espontánea de la institución, quienes después de escuchar su historia,
encontraron elementos suficientes como para derivarlo a la Conadi. Allí
continuaron la investigación y solicitaron el estudio de ADN al BNDG, quien
determinó que era hijo de la pareja desaparecida.
Fuente: nota periodística Diario La
Nación (10-12-2014)