Nota Periodística de Diario local “Condie” que
dirige Marcos Flores, un poco de historia que no se debe olvidar del 16 de
junio de 1955:
El bombardeo de junio de 1955
a Plaza de Mayo
El bombardeo del 16 de junio de 1955 a Plaza de
Mayo, antesala del golpe que derrocó al presidente Juan Domingo Perón en
septiembre del mismo año, exhibió el mismo código genético que la dictadura
terrorista de estado de 1976-83.
La masacre de Plaza de Mayo dejó 308 muertos, la
mayoría civiles, según estableció una investigación del Archivo Nacional de la
Memoria (ANM) divulgada en el 2009 por el entonces secretario de Derechos
Humanos, Eduardo Luis Duhalde.
Sólo 12 de los fallecidos (4 por ciento del total)
estaban adentro de la Casa de Gobierno, donde impactaron 29 bombas, de las que
estallaron seis.
"El resto de las bombas, proyectiles y fusiles
semiautomáticos FN de fabricación belga que los infantes de Marina estrenaron
ese día estuvieron dirigidos a la población", según el informe con las
principales conclusiones de la investigación del ANM.
En "connivencia con sectores políticos y
eclesiásticos", las Fuerzas Armadas "descargaron sus bombas y
ametralladoras" contra la población civil "como forma de implantar el
terror y el escarmiento, para lograr la toma del poder", puntualizó.
La masacre de Plaza de Mayo dejó 308 muertos, la
mayoría civiles, según estableció una investigación del Archivo Nacional de la
Memoria
El régimen genocida surgido del golpe del 24 de
marzo de 1976 heredó -y llevó al paroxismo- estas características, pero también
a varios participantes del bombardeo de junio del 55, entre ellos a Emilio
Massera, Oscar Montes y Guillermo Suárez Mason.
Las dictaduras implantadas en 1955 y en 1976
compartieron también similares matrices cívico-militares.
Por otra parte, la impunidad de los responsables de
la masacre de junio de 1955 contrasta con los fusilamientos de 1956 en José
León Suárez y otros lugares, en represalia por el intento de levantamiento que
encabezó el general Juan José Valle contra el régimen de la autodesignada
"Revolución Libertadora".
"Los militares de junio de 1956, a diferencia
de otros que se sublevaron antes y después, fueron fusilados porque
pretendieron hablar en nombre del pueblo: más específicamente, del peronismo y
la clase trabajadora. Las torturas y asesinatos que precedieron y sucedieron a
la masacre de 1956 son episodios característicos, inevitables y no anecdóticos
de la lucha de clases en la Argentina", escribió en 1969 Rodolfo Walsh.
En el prólogo a la reedición de ese año de su libro
"Operación Masacre", Walsh alertó, premonitorio: "Que (la
oligarquía) esté temporalmente inclinada al asesinato es una connotación
importante, que deberá tenerse en cuenta cada vez que se encare la lucha contra
ella. No para duplicar sus hazañas sino para no dejarse conmover por las
sagradas ideas, los sagrados principios y, en general, las bellas almas de los
verdugos".
Fuente: Diario Condie (16-06-2015)
http://diariocondie.blogspot.com.ar/2015/06/el-bombardeo-de-junio-de-1955-plaza-de.html