Biografía de
Cayetano Alberto Silva: Fue un músico uruguayo, con ascendencia africana y
nacionalizado argentino, autor entre otras de la famosa marcha San Lorenzo.
El 8 de julio de
1901, en su casa de Venado Tuerto, compone una marcha que dedica al Coronel
Pablo Riccheri, Ministro de Guerra de la Nación en ese entonces.
Riccheri le
agradeció el homenaje pero le pidió que le cambie el título por "San
Lorenzo", población donde él había nacido. La marcha se interpretó por
primera vez en un acto público el 30 de octubre de 1902 en dicha ciudad, en las
cercanías del histórico Convento de San Carlos donde se gestó la batalla.
Ese día la
marcha fue designada Marcha oficial del Ejército Argentino. Dos días después
Silva vuelve a ejecutarla al inaugurarse el monumento al General San Martín en
la ciudad de Santa Fe, con asistencia del presidente Julio Argentino Roca y de
Riccheri.
Silva fue
también empleado policial pero al morir por serios problemas de salud en
Rosario, el 12 de enero de 1920, la policía le negó sepultura en el Panteón
Policial por ser negro y fue sepultado sin nombre. Sin embargo sus restos
fueron trasladados en 1997 al Cementerio Municipal de Venado Tuerto a través de
gestiones efectuadas por la Asociación Amigos de la Casa Histórica Cayetano A.
Silva.
Esta casa, sede
del museo regional, archivo histórico, y sede de la Banda Municipal
"Cayetano A. Silva", tiene domicilio en Maipú 966, Venado Tuerto, y
es en la que vivió el compositor.
Marcha de San Lorenzo
Febo
asoma; ya sus rayos
iluminan el histórico convento;
tras los muros, sordo ruido,
oír se deja de corceles y de acero.
Son las huestes que prepara
San Martín para luchar en San Lorenzo;
el clarín estridente sonó
y la voz del gran jefe
a la carga ordenó.
iluminan el histórico convento;
tras los muros, sordo ruido,
oír se deja de corceles y de acero.
Son las huestes que prepara
San Martín para luchar en San Lorenzo;
el clarín estridente sonó
y la voz del gran jefe
a la carga ordenó.
Avanza el
enemigo
a paso redoblado,
al viento desplegado
su rojo pabellón.
Y nuestros granaderos,
aliados de la gloria,
inscriben en la historia
su página mejor.
Cabral, soldado heroico,a paso redoblado,
al viento desplegado
su rojo pabellón.
Y nuestros granaderos,
aliados de la gloria,
inscriben en la historia
su página mejor.
cubriéndose de gloria,
cual precio a la victoria,
su vida rinde, haciéndose inmortal;
y allí, salvó su arrojo
la libertad naciente
de medio continente,
¡Honor, honor al gran Cabral!