Cuando se habla de la Patria Grande, hablamos de la integración como fue en sus inicios del Virreynato del Río de La Plata, he aqui una historia contemporanea publicada en un diario nacional.
La
fotografía de “Evito” que hizo historia
Recuerdo de infancia.
La tenían sus ex compañeros de la
escuela de Salta en la que el presidente de Bolivia aprendió a leer y escribir
en castellano, en los 60. Evo Morales fue recibido el jueves por el gobernador
Urtubey y se encontró con su maestra.
La foto que aquí se publica tiene un enorme valor histórico
y en buena parte es una suerte de patrimonio salteño. O más bien de los ex alumnos de la pequeña escuela rural
Julio Argentino Cornejo, donde el presidente Evo Morales, tres veces elegido
presidente de Bolivia, aprendió en los ’60 a escribir, leer y entender
castellano.
El jueves último, una copia enmarcada de esa foto le fue
entregada al mandatario por sus ex compañeros de la Cornejo, ubicada en la localidad
de Campo Santo, 55 kilómetros al norte.
Hasta ahora la imagen era poco conocida. El pasado del
primer presidente indígena de Bolivia fue contándose poco a poco al irrumpir en
la escena política de su país como militante de los cocaleros del Chapare.
Pero pocas imágenes de Evo niño se preservan. El jueves, por
invitación del gobernador Juan Manuel Urtubey, Morales hizo una visita a su
escuela, en una larga jornada donde además de apadrinar el establecimiento –en
realidad uno más moderno y corrido en un kilómetro del original- recibió un
“Honoris Causa” de la Universidad Nacional de Quilmes, y con integrantes de la
comunidad boliviana de Salta –son unos 70 mil- jugó un partido de futbol
amistoso contra el “equipo” de Urtubey. Los bolivianos le ganaron a los
salteños por 8 a 1, pero en realidad ninguno era profesional.
Acompañado por Urtubey, Morales fue recibido en la Cornejo
por quien fue su maestra, Elba del Valle Kutny, de 74 años. La señora lo
recordó ante Clarín como “calladito” y “muy buenito”. Lo recuerda siempre
sentado en los bancos de la última fila de su plurigrado en Campo Santo. Por su
parte, Francisco Javier Casquet, parte del grupo de sus ex compañeros,
compartió está foto con Clarín, y fue quien le dio parte de los regalos y
recuerdos que Morales se llevó consigo a Bolivia. El mandatario trajo para los
alumnos actuales del establecimiento pelotas de futbol y mochilas.
Para entender esa fotografía en blanco y negro en la que se
ve claramente a Evo detrás de las cabezas de la primera fila, hay que
remontarse a lo que el mismo dijo este jueves.
“En 1966 por primera vez mi padre Dionisio Morales Choque
decidió venir a la zafra” (azucarera). Tenía él unos 6 o 7 años. Recordó que
llegó en tren hasta Villazón, Bolivia, para cruzar la frontera a Salta y Jujuy.
“Nos hospedamos en Calilegua. No había para comer”, dijo, y reconoció que “era
una obligación del Estado argentino que los hijos de zafreros fueran a la
escuela”.
De esa manera, comenzó la alfabetización de Morales en la
Argentina. “Yo no entendía castellano. Era aymara cerrado. Y la profesora me
agarraba de mi cabello”, recordó. “Evito”, le decía. “Me estaba acariciando”,
concluyó el mandatario, entre una catarata de anécdotas.
RECUERDO
DE LA PRIMARIA.
Evo Morales, señalado por el círculo, en la
escuela de Salta.